El Gobierno reconoce que padece un "desgaste electoral importante"

El ministro Josep Piqué admitió ayer la preocupación del Gobierno y del PP por el "desgaste electoral importante" que les puede acarrear la postura oficial española sobre el conflicto de Irak, milimétricamente alineada con los planes bélicos de EEUU. No obstante, el titular de Ciencia y Tecnología se reafirmó en la posición del Gobierno y dijo que ésta demuestra que el Ejecutivo no hace "oportunismo político con una cosa tan seria como ésta".

Mientras el Gobierno calibra los efectos que su posición le puede acarrear en las urnas, especialmente tras las históricas manifestaciones del sábado pasado, el PSOE prepara una ofensiva parlamentaria con el argumento de que el Gobierno debe hacer lo que la opinión pública le exige en la calle. Según el secretario general socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, el Ejecutivo "lleva demasiado tiempo gobernando contra la mayoría".

ERROR DEL GOBIERNO

Piqué acusó en declaraciones a la emisora Catalunya R dio a la oposición de importarle no tanto la paz, como el desgaste del Gobierno. Y no descartó que éste haya cometido el error de no haber explicado bien su postura a los ciudadanos.

Por su parte, el vicepresidente Rodrigo Rato dijo ayer que en las manifestaciones del sábado "había mucha gente del PP, que vota al PP y que pertenece al PP". El ministro Javier Arenas acusó a Zapatero de antidemocrático por haber dicho que "la voz de Aznar ya no es la voz de España" .

El PSOE iniciará la ofensiva parlamentaria anunciada ayer por Zapatero con una batería de preguntas y exigiendo, junto con otros grupos de la oposición, derecho a réplica en el debate de hoy en el Congreso sobre Irak. También multiplicará las peticiones de comparecencia de los ministros. En la sesión de esta tarde, la titular de Exteriores recibirá más de un palo dialéctico.

Tras reunirse con su dirección, Zapatero arremetió contra el presidente del Gobierno acusándole de haberse "divorciado" de la opinión pública. Después de que el PP acusase al PSOE de "manipular." La reunión constituyó casi una fiesta, según alguno de los participantes. Uno de ellos tuvo la sensación de estar asistiendo a un momento histórico: "Nunca habíamos visto al PP equivocarse tanto", apuntó. Zapatero no habló de la posibilidad de plantear una moción de censura o de reclamar un anticipo electoral.