Evian se transforma en un fortín para acoger al G-8

Un total de 27.000 militares y policías franceses, suizos y alemanes han sido movilizados para proteger a los representantes de los países más ricos del mundo, que se reunirán a partir de mañana en la ciudad francesa de Evian.

Situada en la orilla sur del lago Leman (sureste del país), conocida internacionalmente por sus aguas termales y sus hoteles de lujo, Evian ha sido transformada en un campo atrincherado para proteger a los líderes de los siete países más industrializados y Rusia, que forman el G-8, de eventuales atentados y de las iras de los militantes antiglobalización que consideran "ilegal" esta especie de "directorio del planeta".

CERRADA A LA PRENSA

Evian ha sido declarada zona de seguridad 0 y, por lo tanto, cerrada incluso a la prensa. Por sus alrededores patrullan más de 11.000 policías, cuatro cazas del Ejército francés sobrevuelan la región y las baterías antimisiles están preparadas para hacer frente a cualquier eventualidad.

Se ha prohibido la pesca y la navegación en el lago, donde los veleros han sido sustituidos por patrulleras policiales y buzos militares. Los 3.500 periodistas acreditados sólo podrán acceder a la zona 1, donde está el centro de prensa, y tienen limitada su movilidad. Este colosal despliegue contrasta con el pesimismo de la población respecto a la eficacia del G-8. Un sondeo publicado ayer por el diario Le Monde revela que la mitad de los europeos y norteamericanos "no confían" en la capacidad del G-8 para encontrar "soluciones a los problemas que se plantean".

AUSENCIA DE AZNAR

Aunque España no forma parte del G-8, los encuestadores han tenido también en cuenta la opinión de los españoles por considerarlo como el otro gran país de la Europa del sur. Un reconocimiento que no ha obtenido el presidente del Gobierno español, José Maria Aznar, que no ha sido invitado por el presidente francés, Jacques Chirac, debido probablemente a una relaciones personales más bien tensas.

Desde el jueves, se celebra en Annemasse la Cumbre por otro Mundo, que concentra cerca de la frontera con Suiza a miles de militantes antiglobalización procedentes de todo el mundo que buscan soluciones alternativas para los problemas del mundo actual y que harán llegar sus propuestas al G-8. Mañana protagonizarán una manifestación.

Uno de los protagonistas de la cumbre, el presidente de EEUU, George Bush, manifestó ayer que acude a Evian en son de paz. "Vive la France" , gritó Bush ante varios medios de comunicación franceses. Aseguró que "no habrá sanciones contra Francia" y dijo que no está "enfadado, sino decepcionado" con Jacques Chirac por su postura sobre Irak. Añadió que, pese a todo, ha llegado el momento de "seguir adelante".