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LA VIOLENCIA EN LA POSGUERRA IRAQUI

Un atentado durante la Nochevieja mata a ocho personas en Bagdad

La explosión en un restaurante causa 35 heridos, 3 de ellos periodistas

Las tímidas celebraciones del Año Nuevo en Bagdad acabaron a las 21.20 horas del miércoles. Fue entonces cuando una potente explosión que pudo oírse en toda la ciudad y que hizo temblar los vidrios a varios kilómetros a la redonda redujo a escombros el restaurante Nabil, que había organizado una velada con motivo de la Nochevieja. Al menos ocho personas perdieron la vida y otras 35 resultaron heridas, entre ellas tres enviados especiales del diario Los Angeles Times .

Un total de 11.000 agentes de la policía local habían sido movilizados para prevenir que se repitieran en la capital iraquí los sucesos de la Navidad, cuando los insurgentes sembraron el caos con una cadena de atentados contra hoteles internacionales y sedes gubernamentales.

COCHE CON TNT Los insurgentes estacionaron un vehículo cargado con TNT junto a un muro lateral del restaurante, en cuyo interior cenaban unas 40 personas, según testigos presenciales.

Um Zena descansaba junto con su marido en una habitación de su casa, contigua al restaurante Nabil. A pesar de que ya habían transcurrido varias horas desde el atentado, apenas podía disimular ayer por la mañana, la congoja que le invadía. Parece un milagro que ella y su marido tan sólo hayan sufrido heridas superficiales, a pesar de que uno de los muros de su casa se desplomó por completo. "No se cuántos eran; puede que fueran dos o tres terroristas", explica. Admite haber oído ráfagas de ametralladora, aunque desconoce su procedencia.

El atentado fue un acicate para que muchos habitantes de la capital iraquí, que habían salido de sus casas a media tarde de la vigilia de Año Nuevo, se lo pensaran mejor y regresaran a sus hogares. Cuando el reloj marcó la medianoche en Bagdad, apenas nadie circulaba ya por sus calles y tan sólo eran audibles los disparos al aire para celebrar el 2004, entre el ruido del vuelo rasante de helicópteros.

A pesar de que la coalición ocupante sostiene que el número de atentados se ha reducido drásticamente desde la captura de Sadam Husein, los conflictos internos entre las diferentes comunidades étnicas del país continúan aflorando. El miércoles, una protesta de árabes y turkomenos en la ciudad de Kirkuk, se saldó con la muerte de cinco manifestantes, según testigos, a manos de la guerrilla kurda.

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