Diez ataques suicidas causan 25 muertos y un centenar de heridos

Ola de ataques suicidas en Bagdad. Diez coches bomba conducidos por suicidas estallaron ayer en diferentes puntos de la capital. Los objetivos de los ataques fueron patrullas del Ejército estadounidense y de las fuerzas de seguridad iraquís. Murieron 25 iraquís y un centenar de personas resultaron heridas.

El atentado más mortífero se registró en el barrio de Ash Shab, al norte de la capital. Un kamikaze hizo estallar el vehículo bomba en un control del Ejército iraquí. Al menos ocho personas murieron, entre soldados, civiles y guardias de seguridad. La explosión hirió a otras 15.

Al oeste de la ciudad fallecieron seis policías en otro ataque suicida contra una patrulla, mientras que 20 soldados iraquís y un militar estadounidense resultaron heridos tras explotar un coche bomba junto a la entrada de la base militar de Bad Moadham, que fue sede, durante el régimen de Sadam Husein, del Ministerio de Defensa.

ACCIONES REIVINDICADAS Otros dos militares norteamericanos resultaron también heridos en una explosión en el barrio bagdadí de Rustamiyah. En la plaza de Andalus, en el centro de la capital, un kamikaze mató a cinco soldados iraquís. Estas dos últimas acciones las reivindicó ayer en un comunicado colgado en internet el grupo que lidera el jordano Abú Musab al Zarqaui, líder de Al Qaeda en Irak.

Otro coche explotó en el puente Hussein, sobre el río Tigris, próximo a la casa del presidente, Jalal Talabani. En la zona hay numerosas oficinas del Consejo Supremo de la Revolución Islámica. Tres guardaespaldas del mandatario que hacían guardia en el puente murieron.

Esta serie de ataques muestra una vez más la incapacidad de las autoridades para impedir las acciones de los rebeldes, pese a la vasta operación que el Ejército y la policía iraquís, apoyados por EEUU, pusieron en marcha en mayo para barrer la ciudad de insurgentes y coches bomba.