Por la puerta grande

Tiene 57 años

Nació en Lima

Hijo de una familia aprista y de clase media, Alan García se familiarizó con la política muy precozmente: a su padre lo conoció en la cárcel donde lo había enviado el dictador Manuel Odría (1948-56). Desde entonces, su camino pareció escrito. García fue el presidente más joven de América Latina, a los 35 años. Había magnetizado a buena parte de la sociedad con su oratoria y espontaneidad. Pero su Gobierno fue un fiasco total: hiperinflación, violencia terrorista, violaciones de los derechos humanos y corrupción.

Alberto Fujimori fue una obra suya. Lo inventó para frenar a Mario Vargas Llosa. El ´Chino´ lo traicionó y lo convirtió en chivo expiatorio de su autogolpe de 1992. García huyó por el techo de su casa. Estuvo en Bogotá y París, la ciudad en la que se formó académicamente y de la que incorporó sus gustos más glamurosos. Volvió con las causas judiciales prescritas y casi gana las elecciones a Alejandro Toledo en el 2001. Ahora, 14 años después de huir por los tejados, retorna por la puerta grande. Sabe que no puede fallar.