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UN DELITO FRECUENTE

Un jordano asesina a su hija de 17 años en un "crimen de honor" pese a demostrarse su virginidad

Un hombre jordano asesinó el pasado martes a su hija de 17 años y se entregó posteriormente a la policía, ante la que declaró que había cometido el crimen para defender el honor de la familia, según ha informado hoy un médico forense.

El padre sospechaba que su hija había mantenido relaciones sexuales y dudaba de su castidad incluso después de que una clínica certificara que aún era virgen, ha dicho el forense. El hombre disparó cuatro veces a la joven, a la que se le practicó una autopsia que confirmó que "seguía siendo virgen".

Las autoridades no han informado de las identidades del hombre ni de su hija, ni tampoco han dicho la ciudad en la que ocurrieron los hechos, solo que se encuentra en el sur del país. La autopsia fue efectuada por el Instituto Nacional de Medicina Forense de Ammán.

Promesa escrita y firmada de no hacerle daño

El forense, que trabaja en dicho instituto, ha explicado que la joven había huido de su casa en varias ocasiones, pero no ha dado las razones. Al parecer, había acudido a una clínica de protección de la familia en Ammán para que la examinaran. Tras comprobar que seguía siendo virgen, regresó a su casa solo cuando su padre le prometió, por escrito y firmado, que no le haría daño, ha afirmado.

Se trata del primer "crimen de honor" registrado este año en Jordania. Cada año mueren en este país por este motivo alrededor de 20 mujeres, debido a que muchos hombres consideran que cualquier desvío sexual supone un quebranto a la reputación de la familia.

Campaña contra ese delito

El Gobierno ha lanzado una dura campaña contra esta práctica y ha presentado una iniciativa legislativa para agravar las penas por este delito. La propia reina Rania ha pedido un aumento de las penas.

No obstante, los diputados conservadores han abortado los intentos por incrementar las penas, por considerar que podrían incitar a la promiscuidad. El código penal actual castiga a seis meses de cárcel a los autores de estos mal llamados "crímenes de honor".

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