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Escalada en Oriente Próximo.TRAGEDIA EN INGLATERRA.

La venganza movió al taxista británico a matar

Bird eligió a varias víctimas enfadado por el reparto de la herencia de su madre.

Derrick Bird, el taxista que asesinó a 12 personas antes de suicidarse en el condado inglés de Cumbria el miércoles, había elegido a algunas de sus víctimas. La suya fue una venganza premeditada y provocada por la herencia de su madre, de 90 años, que se encuentra muy enferma, en un reparto con el que se sintió perjudicado. Bird también se tomó la revancha contra algunos colegas, que se reían al parecer de su poco éxito con las mujeres. "No me volverás a ver", le había dicho Bird, divorciado y padre de dos hijos ya adultos, a un amigo la noche anterior.

La policía confirmó ayer que el primero en morir fue David Bird, el hermano gemelo del asesino, al que disparó cuando estaba aún en la cama. Después liquidó al abogado de la familia, Kevin Joseph Commons, un buen amigo de David, en la puerta de su domicilio.

Bird utilizó entonces la radio de su taxi para quedar con otros colegas en Whitehaven. Al llegar a la parada de Duke Street, a las 10.30 de la mañana, abrió fuego sin previo aviso. En el lugar, que ayer estaba cubierto de mensajes y ramos de flores, murió el taxista Darren Rewcastle. Según otro compañero, que escapó ileso del tiroteo, Bird acribilló a un segundo taxista e hirió gravemente a otro. Todos ellos, incluido el asesino, eran amigos y habían ido juntos de vacaciones a Tailandia hace unos meses.

INFORTUNIO Bird también liquidó a su antiguo jefe en la central nuclear de Sellafield, de donde fue despedido hace siete años, acusado de robo. James Jackson ya estaba jubilado y resultó mortalmente tiroteado, al igual que su esposa, muy cerca de su casa, en la localidad de Seascale. El resto de las víctimas cayeron al azar, por el simple infortunio de cruzarse con un hombre enloquecido y armado.

El granjero Gray Purdham, de 31 años, que estaba podando un seto y trató de detenerle, lo pagó con su vida. Una septuagenaria que repartía propaganda puerta a puerta, un pensionista paseando en bicicleta, una mujer cargada con las bolsas de la compra y un joven agente inmobiliario fueron otros de los inocentes que cayeron abatidos.

La sangrienta carrera solo acabó cuando Bird, acorralado por la policía, se quitó la vida en un bosquecillo de la localidad de Boot. La policía confirmó que Bird tenía licencia de armas desde hacía 20 años, aunque aún no está claro si ese permiso cubría el rifle con mira telescópica y el arma corta con las que cometió los crímenes.

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