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ALARMA POR EL ARMAMENTO DEL GOBIERNO DE PYONGYANG.

EEUU halla una planta en Corea del Norte para enriquecer uranio

Un científico visitó un complejo nuclear "moderno" e informó a la Casa Blanca.

Aumenta la preocupación por las dimensiones del armamento nuclear norcoreano después de que a un científico estadounidense le fuera mostrada una nueva planta para enriquecer uranio. Siegfried Hecker, exdirector del Laboratorio Nuclear de Los Alamos, aseguró al diario The New York Times que vio cientos de centrifugadoras funcionando en el complejo nuclear de Yongbon. Fuentes norcoreanas las cifran en 2.000.

La revelación corrobora la tesis de que Corea del Norte está potenciando su programa nuclear. Hecker ha asegurado que quedó "asombrado". "En lugar de las decenas de máquinas que esperábamos, vimos una moderna y limpia planta con más de mil centrifugadoras, perfectamente alineadas", dijo. Añadió que el centro de control es tan "increíblemente moderno" que podría ser estadounidense.

PESE AL ESTRICTO EMBARGO La nueva planta se ha levantado en secreto y a velocidad de vértigo. No estaba 18 meses atrás, cuando los supervisores internacionales fueron expulsados. Las centrifugadoras han aparecido pese al estricto embargo internacional.

Hecker ya ha informado a la Casa Blanca, a la que Corea del Norte provoca dolores de cabeza desde hace medio siglo. La estrategia de Obama no da por ahora más frutos que las de sus antecesores. El jefe del Estado Mayor, el almirante Mike Mullen, aseguró ayer que estas revelaciones no le causan estupor. "No podemos creer en lo que hacen ni en lo que dicen. Esto confirma nuestras antiguas sospechas acerca de su programa de uranio", dijo.

La noticia llega cuando arrecian los rumores de un nuevo ensayo nuclear, alimentados por el ajetreo que muestran los satélites en Punggyeri, donde se realizó el anterior. También coincide con el inicio de la gira asiática del enviado especial estadounidense, Stephen Bosworth, quien recorrerá Corea del Sur, China y Japón. Junto a Rusia, Estados Unidos y Corea del Norte integran las conversaciones a seis encaminadas a sacrificar la carrera nuclear de Pyongyang a cambio de reconocimiento internacional y ayudas.

Bosworth intentará engrasar las negociaciones, rotas unilateralmente por Corea del Norte en el 2008. Las graves penurias económicas que sufre el país han devuelto su predisposición al diálogo. EEUU y sus aliados le exigen más muestras de buena fe y que reconozca su responsabilidad en el hundimiento de una corbeta surcoreana en marzo, que se saldó con 46 muertos.

Los expertos aseguran que el Gobierno de Pyongyang, mostrando la carta del uranio ahora, pretende una postura negociadora más firme.

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