Cualquier elegía de John Lewis, el congresista negro que fue figura emblemática en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos y que falleció hace dos semanas, iba a recordar que su combate por la igualdad y la justicia sigue siendo necesario. Cuando ayer en el funeral en la Ebenezer Baptist Church de Atlanta, donde predicó Martin Luther King, la hizo el expresidente Barack Obama, y precisamente el día en que su sucesor en la Casa Blanca lanzaba su enésimo asalto al proceso electoral estadounidense, el recordatorio fue algo más.

Obama, como los expresidentes George Bush y Bill Clinton, que también intervinieron en la ceremonia, recordó a Lewis, el luchador por la libertad, ese que abogaba por meterse «en buenos problemas». Con su brillante oratoria, el primer presidente negro de EEUU aseguró que Lewis «acercó al país a sus más elevados ideales» y agregó que «algún día, cuando se acabe el largo viaje hacia la libertad, John Lewis será uno de los padres fundadores de esa América más plena, más justa, mejor».

Recordó también la emoción y la «esperanza» del congresista en sus últimos días de vida ante el movimiento de protestas contra la injusticia racial que se extendió por todo EEUU tras la muerte de George Floyd, sentimientos que el propio Lewis dejó registrados en un artículo póstumo que ayer publicaba The New York Times . Y, en homenaje a alguien que «nunca se quedó al margen de las peleas» que consideraba necesarias, Obama no eludió ser combativo.

Lanzó dardos, sin necesidad de decir su nombre, a Donald Trump, el gran ausente, un presidente a cuya toma de posesión Lewis no fue y que a cambio no acudió ni al funeral ni pasó por el Capitolio, donde Lewis fue el primer congresista negro velado de cuerpo presente. «Mientras estamos aquí hay gente en el poder que está haciendo todo lo que puede para desanimar a que la gente vote cerrando centros electorales, persiguiendo a minorías con requisitos de identificación y atacando nuestros derechos de voto con precisión quirúrgica, incluso minando el servicio postal conforme se acerca una elección que va a depender de votos por correo para que la gente no se ponga enferma» en medio de la pandemia de coronavirus, proclamó Obama. El demócrata cogió el testigo de otras batallas que libró Lewis.

Reivindicó que el día de las elecciones sea festivo, que haya un registro automático de los mayores de 18 años, que se reinstauren los derechos de voto a los antiguos convictos, o que Puerto Rico y Washington DC sean reconocidos como estados. H