Desde el pasado martes 28, y hasta el jueves 30 de junio, se celebra en Madrid la Cumbre de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), ubicada en el recinto ferial de Ifema. Se celebrarán tres sesiones de alto nivel y dos cenas de gala con 5.000 asistentes de los 30 países miembros, entre los que se encuentran los primeros ministros y presidentes de los países más influyentes de la política internacional.

El actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha llegado a Madrid rodeado de un sistema de seguridad prácticamente inexpugnable. Se mueve con una comitiva de más de 50 vehículos (SUV, berlinas, motocicletas y microbuses) que van preparados con interceptores para impedir explosiones, sistemas de comunicaciones, armas pesadas y todo lo necesario para poder repeler un ataque químico o biológico.

Pero aún queda lo mejor. El vehículo en el que viaja el presidente por la capital madrileña es una limusina Cadillac One de nueve toneladas conocida como 'La Bestia', con un blindaje perfecto: carrocería de acero, titanio y aluminio, cristales antibalas de 12,7 centímetros, bajos de acero a prueba de bombas, neumáticos blindados antipinchazo y puertas que pesan lo mismo que las de un avión Boeing 757. Todo se traduce en una coraza a prueba de ataques químicos, granadas antitanque, bombas lapa e incluso de un misil del tipo Stinger.

Algo curioso es que incluye bolsas de transfusión de sangre para atender al mandatario en una emergencia y además del extenso equipo de seguridad, a su lado siempre va un coche exactamente idéntico. Creado en 2018 para su antecesor, Donald Trump, costó aproximadamente 150.000 dólares (141.711,00 euros) y una de sus desventajas es que solo alcanza hasta 100 km/h.

Otras de sus características son: sistema de extinción de incendios, cámaras de visión nocturna y una célula especial de seguridad para los ocupantes del coche que permite aislarlos en caso de un ataque con armas químicas.