El Estado Islámico (EI) ha anunciado este miércoles la supuesta "muerte en combate" de su actual líder, Abu Hasán al Hashimi al Qurashi, el que fue el tercer líder del grupo tras las muertes del primero, Abu Bakr al Baghdadi, y el segundo, Abu Ibrahim al Hashimi al Quraishi. Estos apellidos fueron puestos por el grupo como nombres de guerra de sus líderes.

En el anuncio de este miércoles, además, el EI ha anunciado el nombre del siguiente en la línea de sucesión, cuya identidad real aún es desconocida. Se trata de Abu al Hussein al Huseini al Qurashi.

Sin embargo, pese a todas las declaraciones, las dudas con la declaración del grupo yihadista son amplias. El líder anterior del grupo, Abu Hasán, fue supuestamente detenido en Turquía en mayo de este año, en un operativo policial en Estambul. En meses posteriores, Abu Hasán confesó a las autoridades turcas que era él el líder del grupo, a pesar de su propia voluntad. 

"Quiero resaltar que la nota de hoy publicada por el EI probablemente sea falsa", ha escrito en sus redes sociales este miércoles el académico Hassan Hassan, uno de los máximos expertos mundiales en el grupo yihadista.

"El primer escenario de esta falsedad podría explicarse con la idea de que el líder del EI murió 'accidentalmente' en algún combate esporádico, sin que el que lo matase lo sepa. Sería algo sin precedentes, pero es posible. Pero este escenario no contempla la información que ya tenemos: que el actual líder fue detenido en Turquía. La detención de un líder del EI es algo muy dañino para el grupo", continúa Hassan.

Hasta la fecha, todos los líderes anteriores del Estado Islámico se han suicidado justo antes de ser capturados por sus enemigos, sean estos los Estados Unidos, el Gobierno de Irak, las milicias kurdas o Turquía

Antes de Abu Hasán, ningún otro líder yihadista del EI había sido capturado. "No me parece descabellado pensar que el EI haya falseado su declaración para salvarse a sí misma de uno de sus actos más dañinos: haber tenido un líder que se ha dejado capturar, y el daño potencial militar que puedan realizar sus confesiones. Un simple cambio de nombre [un cambio de líder], es un parche este problema". 

Tocado y casi hundido

Desde invierno de 2019, cuando el Estado Islámico perdió todo su territorio, el grupo ha estado perseguido y casi hundido, luchando por su supervivencia. Esto no significa, sin embargo, que esté muerto: en Irak y Siria, sus países de origen, el grupo sigue manteniendo la capacidad de realizar ataques esporádicos y emboscadas contra civiles y fuerzas de seguridad. 

En Afganistán, además, la rama local del grupo ataca constantemente al Gobierno talibán de Kabul, que ve cómo los atentados contra talibanes y mezquitas y escuelas son casi mensuales.