ALEMANIA FRANCIA

Alemania honra a su democracia, salpicada por desmadres racistas

La agenda del aniversario va de lo institucional a lo festivo, incluidas comilonas por los alrededores del Parlamento federal (Bundestag) y la Cancillería

La 'Fiesta de la Democracia' culmina este domingo con la intervención de Macron junto a Steinmeier.

La 'Fiesta de la Democracia' culmina este domingo con la intervención de Macron junto a Steinmeier. / EP

Gemma Casadevall

Por un lado, la plana mayor de la política alemana llamando a defender la democracia y arropada en su mensaje por el francés Emmanuel Macron; por otro, el vergonzante vídeo de decenas de jóvenes coreando “Extranjeros fuera” y “Alemania para los alemanes” desde Sylt, la isla de los ricos y del pijerío germano. Los tres días de la llamada 'Fiesta de la Democracia', conmemorativa de los 75 años de la Ley Fundamental o Constitución alemana, quedaron empañados por el golpe de realidad de un video viralizado grabado en el puente Pentecostés. Empezó a circular después de que el presidente Frank-Walter Steinmeier abriera los actos del aniversario del 23 de mayo de 1949 en que entró en vigor la ley fundamental. Era ya del dominio público durante un encuentro posterior del canciller Olaf Scholz con un centenar de conciudadanos para hablar de democracia, el viernes.

La 'Fiesta de la Democracia' se desarrolla hasta este domingo, día en que se espera a Macron. La agenda del aniversario va de lo institucional a lo festivo, incluidas comilonas por los alrededores del Parlamento federal (Bundestag) y la Cancillería. A los encuentros de Steinmeier y Scholz con aforo restringido se suman otros actos a pie de calle de ministros y otros políticos y jornadas de puertas abiertas en sedes gubernamentales.

Pero las imágenes dominantes eran las de ese video de unos pocos seguntos, en la terraza de uno de los locales de copas emblemáticos de Sylt, “Pony”. Los cánticos racistas, al ritmo de la popular 'L’amour toujours', de Gigi d’Agostino, con algún brazo en alto a modo de saludo hitleriano y amagos de imitar el bigote de Adolf Hitler son una “vergüenza para Alemania”, en palabras de la ministra del Interior, Nancy Faeser. Scholz y resto de la clase política han expresado su condena, lo mismo que el dueño del local, Tim Becker, que colabora con la policía en la identificación de esas personas. La exhibición de símbolos nazis, como la negación del Holocausto, puede acarrear en Alemania penas de hasta cinco años de cárcel. En una situación como la de “Pony” podría quedar en una multa o en tres meses de prisión.

Normalización del racismo con la AfD en auge

No es la primera vez que saltan imágenes como estas. La canción de d’Agostino se ha trastocado en canto racista en otras fiestas discotequeras del país. Es la temida 'normalización' de actitudes que hasta hace pocos años eran tabú o solo presentes en círculos neonazis. Con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) encaramada en la segunda posición en intención de voto se han convertido en un fenómeno transversal. AfD ha avanzado hacia un radicalismo que la aísla incluso del conjunto de la familia ultraderechista europea.

Las llamadas de Steinmeier a “defender la democracia” dominan las conmemoraciones de una Ley Fundamental redactada en los años siguientes a la Capitulación del Tercer Reich, en una Alemania ocupada por las cuatro potencias que derrotaron al nazismo -Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Unión Soviética-. Se diseñó para blindar al país contra extremismos y evitar una fragmentación que, poco a poco, está abriéndose paso en el tablero político alemán. A la irrupción de la AfD como primera fuerza ultraderechista del Bundestag, en 2017, seguirá presumiblemente la entrada del populismo izquierdista representado por Sahra Wagencknecht en las generales de 2025.

Cumbre franco-alemana ante las europeas

La 'Fiesta de la Democracia' culmina este domingo con la intervención de Macron junto a Steinmeier. Será la primera de las tres jornadas de visita oficial del líder francés, que se cerrará el martes con un consejo de ministros intergubernamental junto a Scholz. Más allá de la habilidad de Macron para pronunciar discursos -prevé tres, uno al día-, la atención de la cumbre se centra en los persistentes disensos bilaterales en política exterior -especialmente Ucrania-, a lo que suma otro elemento complejo para el eje franco-alemán: la opción de que el presidente francés acabe apoyando el italiano Mario Draghi, para relevar a la alemana Ursula von der Leyen al frente de la Comisión Europea (CE).