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El avión siniestrado ayer en el aeropuerto de Barajas estaba abocado a una pronta jubilación dentro del plan que tenía la compañía Spanair para eliminar de su flota los MD-80, un modelo de la McDonnell Douglas que se ha quedado anticuado y obsoleto. A esa familia de aviones pertenecía el MD-82 de Spanair. Una saga sobre la que pesa la densa sospecha que suponen dos órdenes de revisión en el último año por posibles defectos técnicos y medio millar de muertos en los seis accidentes graves que han sufrido en los últimos nueve años los MD-82.

Los MD-80 dejaron de fabricarse en diciembre de 1999, pero desde entonces cientos de estos aparatos siguen surcando los cielos de todo el mundo. Se trata de aviones de segunda y tercera mano que se revenden entre las compañías hasta su jubilación final. El MD-82 que se estrelló ayer tenía 15 años de antigüedad y había sido adquirido por Spanair hace nueve años a la compañía coreana Korean Air. Como los otros 35 ejemplares de la familia MD-80 que posee Spanair tenía marcada una fecha de caducidad, aunque todavía no se había fijado su retirada.

"SIN INCIDENCIAS" El director comercial de la compañía, Sergio Allart, no pudo precisar si el avión accidentado ayer era uno de los que se iban a retirar dentro de poco. De todos modos, pasó sin problemas la revisión anual reglamentaria el 24 de enero de este año, sin que desde entonces se hubiera registrado "incidencia alguna".

Los MD-80, fabricados en esa década por la firma norteamericana antes de ser absorbida en 1997 por la todopoderosa Boeing, son una especie en vías de extinción. Sus modelos están siendo retirados del mercado, pero se resisten a desaparecer por el ansia de las compañías por amortizarlos.

Hace unos meses, las autoridades aéreas de EEUU ordenaron sendas revisiones ante posibles defectos en el tren de aterrizaje y el fuselaje de las alas. El modelo MD-82 ha protagonizado seis accidentes de gravedad en los últimos nueve años, con un balance de 500 muertos. El vicepresidente de la Asociación de Líneas Aéreas, Juan Luis Burgués, salió en defensa del avión y precisó que, si se están retirando, es porque "consumen mucho". El sindicato de pilotos SEPLA-Spanair acusó unas horas antes del accidente a la compañía de "presionar" a sus trabajadores para que trabajen más del límite legal.