Uno de los principales quebraderos de cabeza de quienes se dedican al negocio del alquiler vacacional en Extremadura es el auge de los alojamientos ‘en negro’. Particulares que arriedan su vivienda como si fuera lugar turístico sin abonar los impuestos que el negocio conlleva, tal y como denuncian desde entiedades como la Federación Extremeña de Turismo Rural (Fextur). De hecho, los datos que barajan es que en zonas rurales como la Vera, el Jerte o Gata, la cifra de ilegales es del 15%, mientras que en núcleos urbanos como Cáceres o Mérida el dato se eleva hasta incluso la mitad de la oferta existente.

Desde la Junta de Extremadura aseguran que trabajan desde hace meses en un borrador para regular el sector, pero reconocen que es una normativa compleja y que de momento se ha avanzado poco. Desde la Consejería de Economía e Infraestructuras manifiestan literalmente: «Sobre las viviendas ilegales que se alquilan con fines turísticos, se ha solicitado reiteradamente al Ministerio de Industria, Energía y Turismo que publique un texto armonizado, una norma básica para todas las comunidades autónomas, pero no se ha obtenido respuesta hasta ahora. Por ello, la dirección general de Turismo trabaja en un borrador de decreto que regule este nuevo concepto de alquiler temporal (por ejemplo, en periodo vacacional, Semana Santa o verano), que se consensuará con el sector y con la Fempex, ya que hay competencias que deben abordar los propios ayuntamientos».

No obstante, añaden que «en algunas comunidades sí es un auténtico problema (Ibiza, Barcelona…), pero no es la situación de aquí», aunque son conscientes de que esa futura normativa es ya una demanda histórica del sector. R.S.R.