Que el Papa Francisco visite Guadalupe con motivo del próximo Año Santo está cada vez más cerca. Así lo confirmó a este diario el padre guardián del Real Monasterio, fray Guillermo Cerrato (Puebla de Alcocer, Badajoz, 1945), quien destacó que los arzobispados eclesiásticos de Extremadura y Toledo trabajan en la invitación para que el Sumo Pontífice visite España y que ese viaje pastoral a nuestro país en 2020 incluya indefectiblemente a la región. «El Santo Padre siempre está invitado. Todos sabemos que tiene una agenda muy marcada. Por intentarlo no va a quedar, es una fecha muy importante para La Puebla que esperará por tanto a los peregrinos con sus sendas abiertas», aseguró Cerrato.

El guardián, en una entrevista concedida en exclusiva a este periódico, explicó que el privilegio de celebrar un Año Jubilar lo disfruta Guadalupe desde 2005, cuando Juan Pablo II, por cierto el único Papa que hasta ahora ha visitado Extremadura (lo hizo en 1982), concedió Años Jubilares cada vez que la solemnidad litúrgica de la Virgen de Guadalupe (6 de septiembre), patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad, coincidiera en domingo. Y eso ocurrirá con una cadencia de 6, 5, 6 y 11 años. Este será el sexto en toda la historia del Real Monasterio en que eso suceda, y la localidad cacereña ya se prepara para brindar su mejor acogida a esta celebración.

Ante la importante efeméride, Cerrato, que está a punto de cumplir 74 años, que juega al tenis, hace natación y se confiesa del Real Madrid, hizo referencia al deseo manifestado por diversas instituciones de que Sus Majestades los Reyes de España, don Felipe y doña Letizia, honrasen con su presencia en este acto. «Que viniesen los Reyes nos haría sumamente felices a todos, pues les esperamos, como no podía ser de otra forma, con los brazos abiertos», aseveró, y agregó que «Guadalupe es su casa, como es la de todos».

En este sentido, el padre guardián recordó la estrecha vinculación entre la Casa Real y el santuario. «Ellos siempre tuvieron una mirada amable con Guadalupe. Los Reyes de España mimaron y cuidaron al Real Monasterio con especial cariño desde tiempos inmemoriales», apuntó (basten como ejemplos Felipe II, que supo nutrirse en Guadalupe gracias a su contacto directo con la orden de San Jerónimo, o Alfonso XIII, que el 12 de octubre de 1928 fue recibido en La Puebla a propósito de la coronación canónica de la patrona extremeña por el cardenal primado de España, arzobispo de Toledo y, por cierto, fundador de El Periódico Extremadura, monseñor Pedro Segura Sáenz, coincidiendo con el inicio de su pontificado).

Pese a que todavía no se han cerrado las conversaciones con los responsables de Zarzuela, fray Guillermo se mostró confiado en la posibilidad. De producirse la visita, el prior dijo: «Espero que permanezcan el tiempo suficiente para que su paso por Extremadura tenga la merecida repercusión y todas aquellas personas que quieran coincidir con ellos en el Real Monasterio puedan acercarse».

Ahondando en la vinculación de la Casa Real con el monasterio, su guardián recordó que en 2007 y por deseo expreso de los Reyes Eméritos y otras autoridades, como el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el Real Monasterio de La Encarnación, el monasterio de Las Descalzas Reales y la capilla del Palacio Real abrieron sus puertas para acoger una selección de 42 piezas entre pinturas, esculturas, minados, orfebrería y bordados de los tesoros del Monasterio de Guadalupe que viajaron por primera vez a Madrid durante dos meses.