LEVE: el CI (coeficiente intelectual) está en 75-70 (lo normal es 85-115). Tienen ligeros déficits sensoriales y/o motores, logran habilidades sociales y comunicativas en Infantil y aprendizaje instrumental básico en Primaria.

MODERADO: el CI se sitúa entre 55-50 y 40-35. La conducta se ve afectada en todas las áreas del desarrollo. Son el 10% de la discapacidad intelectual. Desarrollan habilidades comunicativas en los primeros años de la infancia y en la escolarización pueden llegar a adquirir parcialmente el aprendizaje instrumental básico. Aprenden a trasladarse de forma autónoma por lugares familiares, atender a su cuidado personal con cierta supervisión y beneficiarse del entrenamiento en habilidades sociales.

GRAVE: el CI está entre 35-40 y 20-25 y son el 3-4% de la discapacidad intelectual. La adquisición de lenguaje en los primeros años suele ser escasa; en la escolarización pueden aprender a hablar o a emplear signos de comunicación alternativa. La conducta está muy afectada en todo el desarrollo, pero es posible el aprendizaje de habilidades elementales de cuidado personal.

PROFUNDO: uno de los ámbitos de atención prioritaria es la salud física. El CI queda por debajo de 20-25; son el 1-2% de la discapacidad intelectual. Suelen presentar limitado nivel de conciencia y desarrollo emocional, nula o escasa intencionalidad comunicativa, ausencia de habla y graves dificultades motrices. Si existe autonomía, es muy reducida.