Síguenos en redes sociales:

Mérida está de moda

TSte habla de Mérida más que nunca. Y siempre hay disparidad de opiniones. Hoy se celebrará en la Asamblea de Extremadura, con permiso de la autoridad competente y si el tiempo no lo impide, la esperada aprobación del Estatuto de Capitalidad, con la correspondiente cuadrilla del PP, PSOE, IU y Prex-Crex lidiando un hermosa y brava Ley de la acreditada ganadería del Parlamento Extremeño, por los diestros y sus extraordinarias cuadrillas de picadores y banderilleros. Que corten orejas, rabos, incluso alguna pata.

El Anfiteatro Romano de Mérida será sede de los partidos de la final de una de las pruebas del circuito World Padel Tour 2015, que se disputará del 4 al 10 de mayo. Miguel Alba, director del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida y espada responsable de este evento, ha dado el visto bueno, después de estudiar la propuesta no encuentra impedimento para esta celebración. Es posible que no sufra daños físicos, pero, ¿morales? No tengo tan claro lo que puedan pensar de nosotros "allende los mares" al tener este evento en este emblemático monumento. Lo que sí estoy seguro es que, si se le ofrece la plaza de toros, no se juega en Mérida. Es como si se le ofrece el coso taurino a los cantantes Julio Iglesias o Raphael. Vienen por el escenario, por el monumento, y eso atrae más espectadores que ellos, por muy conocido que sean. Es el espacio, no el intérprete. Ya se ha demostrado. Además, en el 2009 ya hubo una actuación en el anfiteatro tan inadecuada como el pádel.

Tendremos unos festivales que están dando que hablar en todo el país y de forma positiva ya era hora que cambiaran estos festivales. Se han hecho tan cantidad de barbaridades que enderezarlo parecía imposible. Se ha logrado y a la sombra de Mérida: Medellín, Regina y Madrid. Somos muy buenos. A la sombra de Mérida se llenan otros espacios, que digan lo que digan, los espectadores de esta ciudad sufrirán una merma por ofrecer otros espacios con las mismas obras. Todo aquél que piense lo contrario se está engañando a sí mismo. A mí, personalmente, no. Y de los premios Ceres, ya escribiremos. Merece un capítulo aparte.

Pulsa para ver más contenido para ti