Mérida contará con una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) antes de 2023. De esta forma, la ciudad cumplirá con lo recogido en el artículo 14 de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que entró en vigor el pasado mes de mayo impulsada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a contar con un área en la que se apliquen restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de los vehículos más contaminantes con el objetivo de mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

En este sentido, la Junta de Gobierno Local aprobó el pasado 29 de septiembre solicitar al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana una subvención de 2.679.660 euros, en el marco de la primera convocatoria del programa de ayudas a los ayuntamientos para la implantación de zonas de bajas emisiones, así como la transformación digital y sostenible del transporte urbano.

Según lo recogido en el acuerdo de la Junta Local, los técnicos del área de Movilidad del consistorio han determinado cuatro actuaciones subvencionables, con la dotación presupuestaria necesaria para ejecutarlas, que podrán llevarse a término si se recibe la subvención. La primera de ellas atañe a la implantación de la ZBE; la segunda contempla la instalación de sensores y paneles informativos; la tercera es para la adecuación de viales en las calles Graciano y John Lennon (plataforma única); por último, y en materia de digitalización del transporte, la instalación de marquesinas.

El Ejecutivo local aprueba el compromiso de disponer de los recursos técnicos y financieros necesarios con el objeto de «garantizar el mantenimiento y operación de la actuación subvencionada tras su puesta en marcha y durante al menos los primeros cinco años de actividad». También se compromete a tener implantada la zona de bajas emisiones en 2023.