EN MI ATALAYA

Entrevista a la Mártir Santa Eulalia de Mérida

Año Jubilar Eulaliense

La Mártir Santa Eulalia.

La Mártir Santa Eulalia. / EL PERIÓDICO

Rafael Angulo

Rafael Angulo

Aunque me ve todos los días, me escucha, atiende mis peticiones y ¡ay! penitas, nunca ha querido concederme entrevistas, quizá porque sabe que soy periodista y ha comprobado que no siempre acertamos cuando escribimos de ella. Con gesto de sorpresa le digo:

--Sinceramente, no esperaba que me concediera esta entrevista imposible, con tanta gente importante como tengo por delante.

--¿Por qué? Me decidí cuando vi que, al intentar cruzar el paso de peatones, por delante de mí Hornito, un coche casi se te lleva por delante, mientras la conductora se persignaba, hubiera sido un atropello muy eulaliense así que me dije, mejor atiéndelo, no vaya a ser lo último que haga en su vida.

--Pues sí que empezamos bien la entrevista, o sea que usted, Mártir, está pendiente de todos los que pasan por delante del Hornito.

--Por delante y por detrás, porque los hay que nunca han entrado en la Basílica y mira que lo tienen fácil, precisamente quien pudo entallarte era una de esas, pero, a todos atiendo, no te creas que por venir todos los días eres mejor persona que los que no vienen nunca...

--Bueno, no se me ponga así.

--No me enfado, pero me da coraje los que van de buenos, bueno solo es Dios y yo, que para eso estoy en el cielo, pero antes no.

--Recibido. Por cierto, ¿has visto cómo se está quedando Chema? Niquelao, pasa todos los días por delante y hay que ver con lo que este hombre era... A ver si aprendéis los de tus desayunos y os ponéis a plan... Esta entrevista se me está yendo de las manos.

--No te quejes, conmigo nada te faltará porque nadie es un fracaso si tiene a la Mártir

--Tomo nota, ¿algún otro consejo?

--Sonríe, la sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz.

--¿Y de los peregrinos, que vuelven veintiún siglos después, qué me dice?

--Todos sois peregrinos porque la vida es un sendero, pero una cosa es lo que te pasa por fuera y otro camino es el que vamos viviendo por dentro, todos sois peregrinos realizando un camino interior en el que, pasito a pasito, os vais realizando como personas.

--Los creyentes.

--Todos, estoy para todos, a nadie le pregunto de donde viene cuando acude a mí, aunque solo sea por turismo, pero como cristianos estáis obligados a saber perdonar y a saber entregaros, unos como portadores, otros como costaleros, nazarenos, cofrades... pero al final lo que te pasa no es lo que pasa por fuera, lo que importa es el camino, peregrinación o procesión que hayas hecho por dentro...

--Lo pillo.

--Lo que importa es que te des cuenta en qué momento del camino estás y cómo lo estás recorriendo, no mes lo mismo con una sonrisa que con una queja, con gratitud que con exigencia, pregúntate cómo estas haciendo el camino de tu vida pues al final, si no te pierdes o te despistas, está el Hornito que es la entrada del cielo.

--Qué bonito.

--No seas adulador que conmigo no te sirve, te tengo calado.

--Al final el retratado voy a ser yo.

--Es que ningún camino de flores conduce al Hornito, esto cuesta, el verdadero peregrinar, el camino, es como el amor, causa dolor, duele y a la vez da alegría; claro que si no quieres sufrir no vengas, no ames… Pero si no amas ¿para qué quieres vivir?

--Cierto, sin alguien a quien amar para qué quiero seguir viviendo.

--Vale, por fin das una, ves cómo valía la pena la entrevista… Todo llega para quien sabe esperar a Eulalia… Incluso la paella de la buena gente de Totana llegó para todos.

--Lo que no ha llegado ha sido el pestiño de pregón que “don yo” nos ha atizado este año.

--Calla, calla, no me hagas hablar, que soy santa, y tú cállate, recuerda que de callar no te arrepentirás nunca.

--Terminamos, ¿desea, Mártir bendita, decir algo más?

--Que tengas cuidado con quienes se persignan en el paso de peatones, del resto ya me encargo yo...