Una historia de superación

La joven de Mérida que con solo 21 años emprende y homenajea a su abuelo

Natalia García se decidió a montar un negocio propio como recuerdo a Jesús de la Fuente Luna, cocinero que falleció durante la pandemia y que dejó en ella una huella imborrable que ahora lleva por nombre Lucine

Natalia García posa en su local.

Natalia García posa en su local. / JORGE ARMESTAR

Natalia García nació en Mérida en 2002 y desde su mayoría de edad trabajó en el mundo de la hostelería. «Empecé con 18 años y llegados los 21 me planteé qué camino quería tomar en mi vida. En su momento era una profesión que siempre había vivido en casa, pero hace algo más de un mes y medio aposté por emprender y abrir una tienda de ropa y complementos», comenta la joven con ilusión.

El nuevo comercio se llama Lucine y está ubicado en la calle Hernando de Soto (Nueva Ciudad). El escaparate y los percheros del local muestran todo lo que se lleva ahora: vestidos, camisetas juveniles, pantalones, faldas, jerséis, gafas de sol... «Estoy especializada tanto en moda de hombre como de mujer, así como bebés y niños. Cuando alguien entra en el establecimiento quiero que esa persona se vaya feliz y deseando estrenar lo que se ha comprado. Que se lleve algo que realmente necesita y que va a disfrutar. Me encanta este trabajo, el trato con las personas y dar consejos», comenta la emeritense, que se ha convertido en toda una experta en el mundillo.

Una experiencia de compra de calidad en trato y género.

Una experiencia de compra de calidad en trato y género. / JORGE ARMESTAR

El nombre de la tienda, Lucine, es un homenaje a su abuelo: «Jesús de la Fuente Luna es una persona muy importante para mí y falleció durante la pandemia. Fue como un padre, era un hombre muy bueno, trabajador... Me hacía ilusión que el establecimiento se llamase así. Me encanta la ubicación de la tienda con un escaparate muy visible, haciendo barrio. Mi abuela tuvo aquí una zapatería», señala con un suspiro. Su abuelo fue cocinero y su abuela y su madre también se dedicaron al negocio de la hostelería como camareras. Le gusta explicar cada pieza o prenda a la gente que entra en su local. A través de vídeos y fotos (en Instagram como @lucine.merida), muestra «prendas adaptadas a las estaciones para muestro fondo de armario, para todas las tallas y edades». Tanto en su familia como en su grupo de amigos, «soy la primera en abrir una tienda de moda, mi entorno me dice que vaya a por todas porque saldrá bien», apunta García.

También vende online y recalca que adora lo que gira alrededor de esta profesión, «desde preparar vídeos a montar escaparates o atender a la gente». Y aunque el sector del pequeño comercio en la capital extremeña «sea complicado porque hay mucha competencia, también ofrecemos más cercanía y asesoramiento que en las grandes cadenas». La acogida en la ciudad ha sido «muy buena», finaliza con una amplia sonrisa.

Suscríbete para seguir leyendo