Peropalo, un ritual ancestral donde reina un gran misterio

Antigüedad, tradición, misterio… todos esos ingredientes conforman uno de los carnavales más singulares y auténticos de nuestro país. Villanueva de La Vera vive cada año una liturgia en las que un pelele es ajusticiado a diario desde el domingo al Martes de Carnaval. Peropalo es su nombre, rodeado por la leyenda. La fiesta tiene mucho de representación popular en la que todo un pueblo colabora y a la que se pueden unir los visitantes. Tras años de restricciones por la pandemia, Villanueva de la Vera se apresta a vivir un Peropalo sin limitaciones y lleno de colorido. El muñeco presidirá la plaza mientras suenan tambores y se cantan y bailan las jotas. Todo ello en el paisaje incomparable de Villanueva de La Vera, con sus calles estrechas y pintorescas y la arquitectura típica de la comarca.

Muchas son las explicaciones a este ritual tradicional en torno a Peropalo. Todo apunta a que sus orígenes están en ritual prerromano de fertilidad agraria. También se habla de un guerrillero de la Reconquista, que fue hecho prisionero y torturada. No se descarta que Peropalo fuera un malhechor que huía de la justicia y fuera apresado en la Sierra de Gredos y sometido a la Santa Inquisición. Es evidente que las distintas estampas que se representan corresponden a los procesos del Santo Oficio con los reos de la época.

Los peropaleros son los encargados de confeccionar el muñeco mientras entonan unos versos misteriosos y no al alcance del conocimiento de todo el mundo. Son los responsables de las numerosas actividades que desembocan en manteo y quema de Peropalo.

Toda la actividad comenzó el pasado domingo, llamado el Domingo de la Cabeza. Ese día por la tarde se saca en procesión la cabeza del muñeco, también llamada ‘turra’, vestida con su característicos sombrero y pañuelo. Los tambores anuncian el Carnaval mientras que los jóvenes del pueblo se disputan portar la ‘turra’.

Mañana 18 de febrero a la medianoche se procede a la confección del muñeco. Es la fase de la fiesta donde más persiste el componente mágico pues se realiza en secreto y a los ojos de muy pocas personas, los peropaleros que murmullan unos extraños versos al ritmo del tambor.

El cuerpo del muñeco se atraviesa con un palo donde se coloca la ‘turra’ y lleva unas asas para poder portarlo. Al amanecer se lleva a un lugar concreto, denominado ‘la aguja’, en la plaza donde se exhibe mientras se bailan jotas ante él. 

El domingo 19 y el lunes 20 de febrero tiene lugar la ‘judiá’. Peropalo se pasea por el municipio varias veces. Después se forman dos bandos contrapuestos que parece que se enfrentan yendo unos enfrente de otros. Parece que reina la confusión, pero después los grupos vuelven a formarse y se repite esta estampa varias veces. Una vez concluida la ‘judiá’, el muñeco regresa a su aguja.

El martes 21 de febrero será la Corrida de las Elecciones. Martes de Carnaval. El Peropalo se condena a muerte por traición. Lo hace un tribunal popular. La sentencia la hace pública un jinete que va lomos de un burro mientras se disparan salvas.

Por la tarde es el momento de más colorido de la fiesta, pues los hombres y las mujeres lucen sus trajes tradicionales mientras dan vistosidad al paseo de los capitales. Él lleva una bandera y ella un chorizo atado a una zarza, trasunto de la castración del Peropalo. Se cantan coplas que ensalzan la hermosura de la capitana y el valor del capitán.

El Ofertorio de las Calabazas es otro de los momentos clave del Martes de Carnaval en Villanueva de la Vera. En él tres ediles municipales recogen las donaciones económicas de vecinos y visitantes. Todos los que la realicen reciben un cariñoso aporreo de los calabaceros, que son los quintos de ese año.

Las actividades finalizan con la Jura de Bandera, un paseo en el que capitán y capitana acompañan al Peropalo. Después sigue la oferta y jura de bandera que se hace con la insignia de la fiesta formándose en gran redondel en la plaza Mayor.

Al anochecer el cuerpo de Peropalo se mantea y se quema en medio de la satisfacción popular.