las infraestructuras sanitarias en Cáceres fueron un «punto fuerte» entre los asuntos tratados en el encuentro de ayer en Mérida entre el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y la alcaldesa, Elena Nevado. La alcaldesa aseguró tras la reunión que había trasladado a Vara «que los pacientes cacereños están intranquilos cuando tienen que acudir» a los hospitales de la ciudad. La regidora recordó que esa preocupación obedece a los problemas surgidos en los últimos meses en las infraestructuras sanitarias del San Pedro de Alcántara y del Virgen de la Montaña, a la reducción de enfermeras en los bloques quirúrgicos y a la reciente plaga de moscas en quirófanos que obligó a su cierre en los primeros días de diciembre.

De la reunión de ayer, de cuyo contenido informó Nevado en su intervención tras su finalización, no salieron decisiones concretas, según la exposición hecha por la regidora, pero sí se reiteró el compromiso del presidente de la Junta, administración que tiene las competencias en sanidad, de «estudiar de manera concienzuda el problema» sanitario de Cáceres, aseguró Nevado.

La alcaldesa, en su respuesta a las preguntas de los periodistas, recordó que las exigencias y demandas que hacen ayuntamientos como el de Cáceres tienen un peso importante en el ámbito de la negociación entre PSOE y PP sobre los presupuestos de la Junta para 2017. Los socialistas, en el gobierno, no tienen mayoría y necesitan el respaldo de otros partidos para sacar las cuentas. En este contexto Nevado precisó que en la decisión del PP sobre dar el sí o el no a los presupuestos de la Junta «van a pesar también estas exigencias que los ayuntamientos estamos trasladando al grupo parlamentario del PP». Cáceres, Badajoz y Plasencia son tres de los cuatro grandes ayuntamientos de la región gobernados por el Partido Popular.

Esas exigencias fueron las que Nevado comentó ayer a Vara. En relación a las dotaciones sanitarias destacó su reclamación de que la segunda fase del nuevo hospital cuente con partida en los presupuestos de la Junta. La alcaldesa recordó que la inversión global en el centro hospitalario se ha recortado en 18 millones y que, pese a que Vara le informó de que la intención de la Junta es que la primera fase se abra en 2017, la opinión del gobierno local es «que se necesita tener un nuevo hospital completo, sobre todo teniendo en cuenta la situación de los hospitales -San Pedro de Alcántara y Virgen de la Montaña- de Cáceres».

En relación con esta exigencia está la de la ronda sureste. En el presupuesto de 2017 y en su proyección plurianual hasta 2020 hay partidas suficientes para su ejecución, pero Nevado pidió ayer un «impulso» y mayor celeridad en su realización, ya que para que todo el este de la ciudad cuente con un acceso que sea rápido y funcional al nuevo hospital se necesita la ronda. «La apertura del nuevo hospital no se entiende sin abordar la ronda sureste», reiteró la alcaldesa.

Sin esta vía «se produciría un verdadero colapso entre las infraestructuras del área de salud», añadió Nevado. Sin la ronda sureste, la conexión entre el San Pedro de Alcántara y el nuevo hospital es por el cuello de botella que forman Mira al Río y Fuente Concejo. «La ronda sureste debe estar a la par que la apertura del hospital», subrayó la regidora, que explicó que el otro motivo por el que pide celeridad en esta infraestructura es que su financiación no se desvincule de los fondos Feder (la actual iniciativa es hasta el 2020). Si se desvinculase «se daría al traste con una infraestructura que es necesaria para Cáceres», aseguró

PLAN DE EMPLEO / El otro asunto de la reunión que la alcaldesa destacó tras el encuentro fue la elaboración de un plan de empleo que sea «específico» para los grandes ayuntamientos de la región como el de Cáceres. El gobierno local (PP) es contrario a las condiciones del actual plan de empleo social y en sus dos convocatorias (2016 y 2017) no ha solicitado el total de la subvención a la que podía acogerse el municipio. El motivo es que el gobierno considera insuficiente la aportación de 6.000 euros por puesto, ya que la diferencia la debe poner el ayuntamiento y las condiciones del convenio colectivo del consistorio cacereño son diferentes a las de otros municipios de la región por lo que la contribución del ayuntamiento es mayor. Ese plan «tendrá que tener reflejo en los presupuestos» de la Junta para 2017, aseguró la alcaldesa.