Los restos romanos de Cáceres el Viejo, junto a la carretera de Monroy, se convierten en un nuevo foco de suciedad a las afueras de la ciudad. Los escombros y las basuras se han adueñado del lugar sin que nadie haga nada para remediarlo. La permisividad y el descontrol de los nuevos vertederos amenazan a este histórico yacimiento, situado en las cercanías del polígono ganadero de La Mejostilla. Los vecinos temen que se incremente el daño a la zona.