La Sagrada Cena es el paso de mayores dimensiones de Cáceres, con diez metros de longitud y unos 3.000 kilos de peso. Todo un reto para cualquier camarero, labor que en este caso dirige Serafín Martín. "Quince días antes de la procesión movemos el paso y lo colocamos en posición de salida. Después bajamos las trece imágenes, una por una, para ponerles sus mejores vestiduras y colocarlas de nuevo", señala. En la víspera se ultima la ornamentación, con una gran bordura de claveles todo alrededor y centros de flores. "Es uno de los grupos escultóricos de la Sagrada Cena más sobresalientes", subraya.