Julio Rebollo lleva toda su vida en la Ribera del Marco. A los 44 años, vive de lo que le da una parcela de algo menos de una hectárea. Es el mejor ejemplo de la nula atención de la administración hacia a los afectados por el proyecto de recuperación de la Ribera del Marco: "Aquí nadie se ha dignado en venir a explicarnos algo y preguntarnos qué nos parece. Todavía estoy esperando al señor alcalde", afirmó indignado.

La situación de este hortelano es idéntica a la del resto de los miembros de la Comunidad de Regantes La Concordia, que agrupa a todos los de la zona. "Somos más de 80 y estamos todos afectados, desde la Huerta del Conde hasta la depuradora", señaló Francisca Rebollo, presidenta del colectivo.

DEFENSA DE LA RIBERA

En este sentido, apuntó que la idea de hacer un parque no tiene por qué ser "incompatible" con el mantenimiento de las huertas de la ribera. "No nos negamos a que se haga un paseo, pero defendemos la continuidad de los hortelanos. Es un pulmón verde", señaló.

Asimismo, la comunidad de regantes criticó que ni la Confederación Hidrográfica del Tajo ni el ayuntamiento, responsables de las obras, se hayan dirigido a ellos para informarles del contenido del proyecto. "No sabemos qué va a ser de nosotros, aunque tenemos la esperanza de poder seguir aquí", añadió Francisca Rebollo.

Este colectivo propone, como principales actuaciones para la zona de la ribera, "meter el colector bajo tierra y dejar el arroyo del Marco a superficie".