Acaba de ser reelegido presidente del Colegio de Médicos de Cáceres, del que está al frente desde 2008. Carlos Arjona afronta ahora su cuarto mandato, aunque siempre pensó que del tercero no pasaría. La situación que se vive por el coronavirus le ha casi ‘obligado’ a quedarse para seguir luchando por la profesión. Y lo hace con ilusión. Se plantea seguir con el proyecto de acercar el colectivo a la sociedad, de trabajar por mejorar la formación MIR y por conseguir que los médicos sean considerados profesionales de riesgo (van ya 70 fallecidos en el territorio nacional por el covid). Y todo en un contexto inimaginable: una pandemia que, según él, ha puesto contra las cuerdas al sistema sanitario español.

¿Qué retos asume?

Vamos a denunciar cualquier irregularidad en Atención Primaria y en los hospitales, pero también en las residencias de mayores, porque la pandemia nos ha demostrado que hay que estudiar la situación y mejorarla. Se va a pedir también la anulación del decreto que permite trabajar sin la titulación, creemos que esa no es la vía, la vía es la formación MIR. Si este año se han presentado 14.000 licenciados en Medicina para 7.000 plazas, quiere decir que tenemos muchos médicos que hubieran entrado si hubiera habido más plazas. Y queremos evaluar todo lo que ha sucedido para ver qué es lo que ha fallado en esta pandemia. Siempre decíamos que el sistema español era uno de los mejores del mundo y lo que ha quedado claro es que son los profesionales los que lo son, pero no el sistema, que está dividido y sin una coordinación.

¿En qué situación se encuentra el colectivo?

Con una situación de saturación total por la cantidad de pacientes y por el riesgo que supone. El miedo al contagio entre nosotros es evidente, estamos en contacto con personas enfermas que tienen el virus. Esta situación nos hace muchas veces pasarlo mal. Cuando se está delante de un paciente auscultándolo te vas a casa pensando en si puedes haberte contagiado y eso hace estar estresado y estar en casa preocupado, por ti y por tu familia.

¿En qué situación está Cáceres ahora mismo?

En Cáceres parece que la situación está un poco más estabilizada, ahora lo que hay que hacer es cumplir las medidas. Siempre hemos dicho que lo fundamental no es solo la vacuna, sino que hay tres pilares en esto: La administración, que tiene que hacer cumplir la legislación; los profesionales, que tenemos que informar a la población de las medidas; y la población, que tiene que aceptar estas medidas. Y eso, para evitar un segundo confinamiento. La población tiene que concienciarse porque no podemos permitir que en un problema de salud pública que se ha cobrado tantas vidas y ha traído tanta miseria, no se cumplan las normativas. Tampoco acabo de entender que no se obligue a utilizar el ‘Radar Covid’, que ha ayudado tanto en los países asiáticos.

¿Cree que es necesario endurecer las medidas?

Si se cumplen, las medidas actuales son suficientes. No soy partidario del aislamiento total. Pero lo que no puede ser es que, si tenemos que estar como máximo seis personas, nos escondamos en el campo para hacer lo que nos dé la gana porque no nos va a ver nadie. Y ahí es donde está el contagio y lo comprobamos en las consultas.

¿Hay que abrir el hospital Nuestra Señora de la Montaña?

En este momento existen suficientes camas en Cáceres y se puede soportar no abrirlo ahora. La ventaja de Cáceres es que tenemos dos hospitales y todos los pacientes están concentrados en el San Pedro, en tres plantas. Pero si crecen las hospitalizaciones sí habría que pensar en La Montaña.

¿Qué le parece que se vayan a trasladar pacientes de otras áreas al Virgen de la Montaña si fuera necesario?

Si se tiene que abrir para otras áreas tendrán que contratar a diez o doce médicos distintos a los que están ahora atendiendo en el hospital San Pedro de Alcántara, si no se hace esto, el área de Cáceres y sus pacientes sufrirían, no solo los enfermos de covid, sino también las listas de espera.