Rosa Guillén tuvo que dejar el mundo laboral cuando quedó embarazada por segunda vez. Desde entonces ha accedido a las nuevas tecnologías solo para asuntos personales, no de trabajo, «y ahora siento la necesidad de ponerme al día en competencias digitales por si tengo posibilidades de encontrar un empleo», afirma. Con dos hijos de 17 y 20 años, acaba de inscribirse en el Programa +45 de la Cámara, donde espera aprender a manejar las herramientas informáticas hoy cruciales en el mercado de trabajo.

«Empecé en mi primer empleo a los 18 años, lo compaginaba con los estudios. Luego tuve a mi primer hijo y tampoco paré de trabajar hasta que me quedé embarazada de nuevo. Ya no podía continuar porque mi marido es autónomo con los horarios que ello supone. Podíamos seguir adelante con un sueldo de modo que me impliqué mucho en la crianza de los dos niños. Cuando eran un poco más mayores seguí dedicada a ellos, ya se sabe, atenderles, acompañarles aquí y allá…».

Rosa ya llevaba un tiempo con ganas de dedicarse a ella misma, de formarse e intentar la vuelta al trabajo. «Afortunadamente no nos han faltado los ingresos en casa, pero esto del covid me ha dado el empujón definitivo para apuntarme al curso de la Cámara. Las cosas no están bien, no se sabe lo que va a pasar y quiero moverme por mí y por mi familia», revela.

A sus 49 años, Rosa es consciente de que las herramientas digitales cambian a una velocidad de vértigo y que necesita una base sólida. «Me gustaría sentirme más realizada en el mundo digital, tener disciplina en ese aspecto», afirma. También sabe que a partir de cierta edad encontrar trabajo es más difícil, y que el mercado laboral de Cáceres «está mal, y peor que se va a poner con el covid». Por eso, asegura, «hay que afrontar este programa con ilusión y satisfacción, luego Dios dirá».