La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) en Cáceres celebró ayer (a pesar de que la fecha oficial es el 13 de diciembre) la festividad de Santa Lucía, patrona de los ciegos, los pobres y los niños enfermos, con una jornada de convivencia que contó con una eucaristía y un almuerzo posterior. «Lo hacemos el fin de semana inmediatamente anterior o posterior a la fecha para que pueda asistir el mayor número de afiliados posibles», comentó ayer a este diario el director de la ONCE en Cáceres, José María Porro López, que lleva seis años en el cargo.

Actualmente la ONCE, que cumplirá el martes 78 años desde su creación, cuenta a nivel regional con unos 2.000 afiliados, de los cuales alrededor de 500 son también vendedores de cupones. Ernesto Parra es uno de los últimos en afiliarse. Ha sido médico y, ahora que comienza a perder visión, agradece formar parte de la organización. «Si al final voy quedándome ciego siempre tendré los recursos de la ONCE para paliar la desgracia», señaló.

Ayer, casi un centenar de personas se dio cita, primero, a las 12.00 horas en la sede de la ONCE, situada en la calle Virgen del Pilar. Allí tuvo lugar la misa a petición de los afiliados que, en lugar de hacerlo en alguna parroquia, prefieren celebrar la homilía en la sede de la asociación. A la eucaristía le siguió un almuerzo en el restaurante Montebola (Ctra. de Salamanca, km 549), al que acudió la concejala de Asuntos Sociales, Marisa Caldera, y donde el número de asistentes se disparó hasta las cerca de 200 personas.

Los asistentes disfrutaron allí de la comida y de una actuación musical, a cargo del grupo Mansaborá Folk, que completó una jornada que también incluyó bailes y sorteo de regalos entre los afiliados. «Es una fecha especial para todos nosotros», quiso remarcar Porro.