Formación sevillana de viejos lobos de mar, O'funk'illo desembarca esta noche en Barroco (Madrila baja) a las 22.30 h.
--¿Siguen divirtiéndose?
--Tenemos la suerte de no tener que ir a una obra ni una oficina. Vamos, tocamos, nos lo pasamos bien y ya está.
--¿Qué tiene la música de la banda para enganchar así?
--Que hacemos de todo: metal, funky, reagee, flamenco, pop y hasta hip-hop.
--¿Cómo se consigue llevar tantos años juntos?
--Estuvimos separados cuatro años, pero volvimos. La separación se debió a los subidones y egocentrismos, de tocar mucho y estar de aquí para allá.
--¿Y ahora cómo les va?
--Estamos fenomenal. Andreas y yo vamos a saco. Yo llevo el mando del barco. Javi, el guitarrista, se fue y ha venido Rafa Kas, de Gijón.
--¿A qué les recuerda Cáceres?
--Tenemos muy buena onda. Extremadura está guay. Vivimos todos en Sevilla. A Rafa lo tengo en casa de niñero y cocinero en mi casa (risas).
--¿Cómo animaría a la gente?
--Que O'funk'illo quiere mucho a Cáceres, por supuesto. Haremos temas nuevos y montaremos el pollo. Son dos horas de concierto, ni más ni menos. Hay que tocar mucho para que la sala gane algo. Nos pegamos todo el rato del concierto botando.
--Le veo en forma...
--Claro. Tengo además mi trío de jazz-flamenco y mi banda de versiones. También voy de vez en cuando con Raimundo Amador y hago masterclass. Tengo de todo, hasta peluquería de señoras y tiendas de animales (risas).