"Se ha dado el caso de un residente que ha empezado con fiebre un viernes y no han avisado a la familia hasta el lunes siguiente". Es el ejemplo que pone un familiar con su madre en la residencia de alzhéimer Los Pinos de Plasencia para criticar la falta de información que reciben sobre su estado.

En el caso de este centro, las familias solo pueden saber el estado de los mayores llamando a la propia residencia. "Nos atiende la trabajadora social, la psicóloga o la terapeuta, pero de lunes a viernes, los fines de semana no hay nadie para atendernos". Además, apunta que "nos dicen lo justo y que, si no nos llaman, es que están bien. Nosotros entendemos que están desbordados, pero entre las familias hay mucha preocupación y angustia por si nos van a llamar o no. Además, no queremos que nos mientan, sino que den más información".

También piden "que se hagan pruebas porque van en aumento las personas que están aisladas en la tercera planta y los test no han llegado". Precisamente, solicitan igualmente que el centro se desinfecte, como ya se ha hecho en la residencia Virgen del Puerto. Aplauden el trabajo de los sanitarios y se quejan de que es imposible hablar con la dirección.