Hasta ahora la desescalada nos ha dejado momentos entrañables: Abuelos que después de meses se reencontraban con sus nietos (imposible no abrazarlos), amigos que volvían a compartir momentos y conversaciones cara a cara, sin una pantalla que los separara, padres e hijos que han vuelto a estar juntos,… Pero, mientras la mayor parte de la población ha podido volver a sentir cómo éramos antes, los ancianos que viven en los centros de mayores, los más vulnerables de esta crisis sanitaria, aún continuaban aislados, encerrados en sus habitaciones y con unas comunicaciones muy limitadas con los suyos, en muchos casos una vez por semana. Y así llevan desde el 11 de marzo, cuando se prohibieron las visitas a las residencias geriátricas.

Esta situación cambiará en la fase 2, en la que se encuentra Extremadura desde este lunes. Por eso este momento de la desescalada es uno de los más esperados para las familias que cuentan con un mayor interno en estos centros. Aunque no todos podrán disfrutarlo. Desde hoy el Ministerio de Sanidad permite las visitas a las residencias que no tengan ningún caso de coronavirus. En la región hay aún 34 geriátricos con usuarios contagiados y nueve continúan estando intervenidas por el Servicio Extremeño de Salud (SES) -de estas nueve tres ya están libres de coronavirus a pesar de que se sigue realizando un control sobre ellas, están en Arroyo de la Luz, Coria y Don Benito-.

En cambio en la comunidad esas visitas aún no han podido celebrarse porque están pendientes de que se publique el protocolo que las regulará. Tal y como indica el director gerente del Servicio de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a la Dependencia (Sepad), José Vicente Granado, ya está redactado y se espera que se publique durante mañana martes. El objetivo es que las residencias puedan iniciar esta actividad a lo largo de esta semana. El documento establece que cada usuario podrá recibir una visita a la semana y siempre de la misma persona de la familia. Deberán concertarlas con anterioridad con la dirección del centro, que habilitará espacios específicos para ello. Los familiares deberán ir provistos de las protecciones necesarias y no se permitirá que lleven objetos del exterior al residente.

Visitas controladas

La visita a estas residencias será siempre controlada y concertada. «Hacemos un llamamiento a todos los familiares para que no se presenten en la puerta de la residencia para ver a un familiar puesto que van a tener que hablar primero con los directores para gestionarlas», solicita Granado. El objetivo de todo esto está claro: paliar el aislamiento que han sufrido los mayores durante estos meses de confinamiento y evitar el contagio. «Aunque estemos en la fase 2 nuestros centros de mayores han sido muy castigados, la gente más vulnerable está en estos centros residenciales y tenemos que seguir evitando contagios, por tanto hay que mantener las medidas y la prudencia», insiste el director gerente del Sepad.

Por otro lado, en la fase 2 los centros de día de deterioro cognitivo ampliarán su atención al 60% de los usuarios (ya abrieron en la primera fase pero con un 30% del aforo). En cambio los centros de día de mayores continuarán cerrados hasta la fase 3. Tampoco reanudarán su actividad los hogares de mayores, aunque en este caso en este momento de la desescalada sí que prestarán los servicios de peluquería y podología, por lo que estos espacios se abrirán en exclusiva para estas actividades.