La reina Sofía, que el domingo tuvo que dejar el partido de Rafael Nadal en Roland Garros en el primer set y abandonar París para volar a Barcelona, salió ayer por la mañana de la Clínica Teknon rumbo a Madrid facilitando el parte médico nocturno: el bebé estaba "fenomenal" y madre e hija habían pasado "muy bien la noche". Y los espontáneos arremolinados a las puertas del centro lo celebraron entre "¡felicidades!".

Iñaki Urdangarín también madrugó y, tras pasar la noche en el hospital, fue a llevar a los niños al colegio. Por la tarde, la tropa infantil al completo volvió a desembarcar en la Teknon, donde durante todo el día no dejaron de llegar canastillas y flores.

El centro médico también puso en el vestíbulo un libro de firmas en el que podían leerse desde dedicatorias como "muchas felicidades!!! Ya tenéis la niña" hasta felicitaciones con el exotismo de ir acompañadas con la dirección de correo del firmante.

Hoy, los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia tienen previsto volar a Barcelona para conocer a la sobrina cuyo nacimiento les sorprendió volviendo de la visita oficial a Japón. La agenda del Rey le pone más difícil la ruta del puente aéreo.

CROWE, DETENIDO A Russell Crowe su reputación de tipo complicado le precede tanto como la de buen actor. Pero la que creció ayer fue la primera. El intérprete neozelandés de 41 años compareció ante un tribunal de Nueva York para responder de un cargo de asalto en segundo grado y uno de posesión criminal de un arma (un teléfono). Crowe había sido detenido horas antes tras protagonizar de madrugada un incidente en un hotel del Soho, en el que un empleado del local acabó en el hospital tras recibir el impacto en la cara de un teléfono. El actor cogió un teléfono y se lo tiró al empleado del hotel, algo que luego el actor reconoció a la policía. El juez dejó en libertad sin fianza al actor.