Peñarrocha, que con su primera película, "Fuera del Cuerpo" (2003), ya logró los premios al mejor director y al mejor guionista en el Festival de Cine Español de Málaga, regresa hoy a la sección oficial del certamen malagueño con este segundo largometraje, rodado en inglés y protagonizado por los británicos Rupert Evans y Derek Jacobi y la argentina Natalia Verbeke.

El director explicó que este proyecto nació inicialmente como una película de encargo, por lo que lo asumió "como una experiencia muy ligera", que después se intensificó al reescribir el guión que había recibido.

Además, hasta bien avanzado el proyecto no supo si sería posible rodar en Cuba, "y se planteaba el problema de dónde reproducir la base de Guantánamo", para lo que optó finalmente por los estudios de la Ciudad de la Luz de Alicante.

Admitió que la película tiene "un cierto compromiso político" que ayudó a que cuando llamaba a actores para ofrecerles pequeños papeles "todos se mostraban muy dispuestos".

"No queríamos meternos en un lío, pero tampoco nos daba miedo", dijo Peñarrocha, que quiere observar la reacción del público ante la película, que todavía no tiene fecha de estreno.

Respecto al guión original, señaló que narraba "una historia realista sobre un hombre que escapaba de Guantánamo, y pensé que no podía ser realista y que había que darle un enfoque más mágico y humano".

"Si tratas de hacer una denuncia política, más que hacer un discurso espeso, hay que intentar que la gente se enganche a los protagonistas y sienta lo que ellos pueden sentir", afirmó.

Por ello ha querido hacer "una película sensual", según Peñarrocha, que cree que en este segundo largometraje ha buscado "un enfoque más personal de las secuencias".

"A la película le venía bien meterse en las texturas, olores y formas de La Habana", dijo el realizador, que antes de rodar recibió un completo dossier sobre Guantánamo a partir del cual recreó de forma "muy realista" sus celdas.

Rupert Evans también se documentó sobre el campo de prisioneros, en este caso a través de Internet, lo que le valió empezar a recibir "correos electrónicos de la CIA en los que indagaba por qué estaba tan interesado en el tema", señaló el actor.

El británico navegó por páginas web de Amnistía Internacional y otras en las que buscaba "testimonios de personas que hubieran estado detenidas en Guantánamo", dijo Evans, al que le interesó de su trabajo en la película su "dicotomía y contradicción".

Para Natalia Verbeke fue "muy atractivo y excitante" interpretar el papel de una mujer cubana, algo para lo que fue mucho más útil "estar en La Habana que relacionarme con muchos cubanos en Madrid".