El actor suizo Bruno Ganz destacó ayer en una jornada de la sección oficial del Festival de Cine de San Sebastián en la que diversas variantes de la muerte y la comedia más pura se dieron la mano.

Mientras que la alemana Colours in the dark , protagonizada por él, hablaba de la enfermedad y del derecho a elegir la muerte, la surcoreana I saw the devil , de Kim Jee-Won, se lanzaba a una orgía de sangre y asesinatos, y la española El Gran Vázquez se situaba al otro lado de la balanza con una comedia histriónica.

Una segunda jornada de la sección de las películas en competición en San Sebastián en la que la interpretación tanto de Ganz como de su compañera de reparto, Senta Berger, fueron lo mejor de los tres presentados.

Colours in the dark , ópera prima de la realizadora Sophie Heldman, muestra a un matrimonio de edad avanzada que ve cómo su perfecta vida se trastoca al serle diagnosticado a él un cáncer de próstata.

La incertidumbre sobre cómo va ser el final inevitable marca su relación en una historia narrada con mucho tacto por la debutante Heldman y en la que la pareja protagonista lleva el peso de una acción basada más en las intenciones que en los hechos.

Un filme que trata de demostrar que "la vida no existe sin el amor", según explicó en rueda de prensa su directora, quien señaló que cuando se acerca el final "todos tenemos grandes preguntas sobre cómo vivir los últimos momentos de la vida".

Ganz, quien aseguró haber interpretado el personaje desde su "instinto de actor" y sin analizar los comportamientos de personas enfrentadas a una situación semejante, resaltó la importancia de que las personas puedan tomar la decisión de terminar su vida de una manera digna, si es eso lo que quieren.

Una historia muy bien escrita, con la que Heldman ha querido mirar hacia una generación que ha vivido de forma muy diferente a la actual y que, por tanto, también se plantea de una manera diversa el final.

Un debate sobre la muerte que no se plantea el surcoreano Kim Jee-Won en el filme que presentó ayer y que muchos en la sala no fueron capaces de acabar de ver. Violencia extrema en una historia de venganza. La de un agente secreto que busca al asesino en serie que ha acabado con la vida de su novia. Una película sobre la violencia en la sociedad en la que el director ha querido plantear si es necesario convertirse en un diablo para castigar al propio diablo.

Así lo explicó en rueda de prensa Kim Jee-Won, quien no quiso tener piedad con el "bueno" de la película, como suele pasar en este tipo de filmes, en los que, tras una fase sangrienta, el protagonista se redime de alguna forma. Y, como no tocaba redención, asesinatos por doquier, chorros de sangre, escenas bastante explícitas de violencia, supuesto canibalismo --con escenas que han sido cortadas para la versión del filme en Corea-- y decenas de formas de tortura.

Como contrapunto a la muerte y a los asesinatos, una comedia, la española El Gran Vázquez , con la que el director Oscar Aibar y el actor Santiago Segura han querido rendir homenaje a uno de los dibujantes más importantes de la historia del cómic español, Manuel Vázquez.

Segura aparca Torrente para meterse en la piel de un Vázquez que fue tan genial dibujante como anárquico y estafador en su vida personal.