El 3 de febrero es la fecha elegida para el lanzamiento editorial de las nuevas novelas de dos grandes de la literatura española, los escritores extremeños Luis Landero y Jesús Carrasco. El primero lo hará con El huerto de Emerson (Tusquets) y el segundo con Llévame a casa (Seix Barral). La del primero, la editorial la presenta como «un relato memorable sobre lo vivido y lo leído», en el que autor de Lluvia fina retoma la memoria y las lecturas de su particular universo personal donde las dejó en El balcón en invierno. Y lo hace con este libro en el que «vuelve a trenzar de manera magistral los recuerdos del niño en su pueblo de Extremadura», Alburquerque, donde nació en 1948.

La del segundo, la promocionan como «una emotiva novela sobre la familia, los lazos que nos unen y las heridas que nos distancian». Está ambientada en el tiempo presente, a caballo entre la España rural y un lugar urbano de Europa.

En El huerto de Emerson asoman personajes de un tiempo aun reciente, pero que parecen pertenecer a un ya lejano entonces, y tan llenos de vida como Pache y su boliche en medio de la nada, mujeres hiperactivas que sostienen a las familias como la abuela y la tía del narrador, hombres callados que de pronto revelan secretos asombrosos, o novios cándidos como Florentino y Cipriana y su enigmático cortejo al anochecer. A todos ellos «Landero los convierte en pares de los protagonistas del Ulises, congeneres de los personajes de las novelas de Kafka o de Stendhal, y en acompañantes de las mas brillantes reflexiones sobre escritura y creación en una mezcla única de humor y poesía, de evocación y encanto». De esta forma, añade, «es difícil no sentirse transportado a un relato contado junto al fuego», destaca la editorial que califica esta nueva obra del Premio Nacional de Literatura por Juegos de la edad Tardía (la primera de otras que han cosechado también buena crítica y lectores) «Un relato memorable sobre lo vivido y lo leído».

Sobre las responsabilidades

Juan ha conseguido independizarse lejos de su país cuando se ve obligado a regresar a su pequeño pueblo natal debido a la muerte de su padre. Su intención, tras el entierro, es retomar su vida en Edimburgo cuanto antes, pero su hermana le da una noticia que cambia sus planes para siempre. Así, sin proponérselo, se verá en el mismo lugar del que decidió escapar, al cuidado de una madre a la que apenas conoce y con la que siente que solo tiene una cosa en común: el viejo Renault 4 de la familia. Este es el argumento de Llévame a casa, la novela con la que Jesús Carrasco (Olivenza, 1972) regresa tras La tierra que pisamos, y la cual, según ha dicho él mismo al blog Del pergamino a la web, trata sobre la responsabilidad de ser hijo y de las consecuencias de asumir esa responsabilidad, porque según señala «De todas las responsabilidades que asume el ser humano, la de tener hijos es, probablemente, la mayor y más decisiva. Darle a alguien la vida y hacer que esta prospere es algo que involucra al ser humano en su totalidad. En cambio, rara vez se habla de la responsabilidad de ser hijo».

Esta es, pues, una novela familiar que refleja el conflicto de dos generaciones, la que luchó por salir adelante para transmitir un legado y la de sus hijos, que necesitan alejarse en busca de su propio lugar en el mundo. «En esta emotiva historia de aprendizaje», Jesús Çarrasco «traza una vez más personajes formidables sometidos a decisiones fundamentales cuando la vida los pone contra las cuerdas», se puede leer en el blog.

Del pergamino a la web se hace eco también de unas palabras del extremeño, que se dio a conocer al mundo con la dramática y a la vez emotiva Intemperie, en las que explica que cuando estaba escribiendo Llévame a casa decidió que «ésta sería más luminosa que las anteriores, en el sentido de que no estaría tan anclada al tremendismo y que sus personajes no sufrirían como lo habían hecho en sus dos primeras novelas. Que necesitaba escribir algo menos cargado de violencia, que no le hiciera sufrir al escribirlo».

También, que en su novela «habría un pequeño repaso de la historia de España de los últimos 20, 25 años» y que «sería una narración a caballo entre dos paisajes: ‘un paisaje español, de la zona en la que yo he vivido, que vuelve a ser de nuevo el centro de España, y por contraste un paisaje muy distinto, que es el paisaje de Escocia, donde vivo ahora»,

Así que el paisaje sigue estando presente, pero no parece que sea tan importante como en sus dos primeras novelas, aunque habrá que esperar a febrero para comprobarlo.