Probablemente a Marc Dugain se le conozca más por su faceta como escritor. Es autor de novelas como El pabellón de los oficiales, Avenida de los gigantes o La maldición de Edgar, crónica novelada de la vida de John Edgar Hoover durante su etapa en el FBI. Desde siempre, le ha interesado explorar la cara oculta del poder, y quizás por esa razón, en su faceta como cineasta ha querido introducirse en los ambientes cortesanos para seguir escarbando en las intrigas y las manipulaciones que han ido conformando nuestra historia pasada para poder entender la historia presente. El material que buscaba lo encontró en L’Échange des princesses, de Chantal Thomas, una novelista especializada en personajes femeninos que adquieren una dimensión diferente gracias a su perspectiva de género.

En esta ocasión recuperó un suceso que tuvo lugar en el siglo XVIII para llevarlo al cine en Cambio de reinas. A la pequeña Mariana Victoria de Borbón, de tan solo cuatro años, la enviaron a Versalles para casarse con Luis XV, al mismo tiempo que Luisa Isabel de Orleans, hija del regente del país galo, de doce años, fue conducida a España para contraer matrimonio con el hijo de Felipe V. El resultado, la paz entre los países se firmó, pero utilizando como moneda de cambio a dos niñas sometidas a los dictámenes de un sistema patriarcal despiadado.

«Cuando comencé a desarrollar la película, enseguida me di cuenta del menosprecio con el que se trataba a las mujeres. El universo masculino vivía separado del femenino. Los hombres hacían sus estrategias, mientras las mujeres eran explotadas, no se puede decir de otra manera», cuenta Marc Dugain.