Contra todo pronóstico, la caída del muro no dejó pasar el aire entre el Este y el Oeste. Tampoco la información o la hasta entonces amordazada cultura. Casi 20 años más tarde, la literatura de los países del otro lado del telón de acero sigue siendo para el lector español una gran desconocida. No obstante, algunos editores están corrigiendo esa tendencia, situando en las librerías autores centroeuropeos y eslavos en activo. Paralelamente, se están recuperando nombres ninguneados en las catacumbas soviéticas. En el último mes y medio, cinco autores del Este, entre ellos Kertész, han visitado Barcelona, invitados por su editorial, para demostrar que hay vida literaria más allá del Danubio y del Oder.