El Festival de Teatro Clásico de Cáceres explora este fin de semana el universo femenino en tres de los cuatro montajes (el cuarto es El caballero de Olmedo ) de su sección La Escena Clásica. Hoy estrena el actor Rafael Alvarez El Brujo Mujeres de Shakespeare . Mañana sube a escena una versión de Fuenteovejuna trasladada al México actual. También la actriz Nuria Espert vive en La violación de Lucrecia una noche trágica para la condición femenina. El festival acaba el domingo con un concierto de música clásica.

´Mujeres de Shakespeare´ . "Shakespeare es una especie de Biblia de sabiduría", afirma Rafael Alvarez El Brujo . El actor acaba de terminar uno de los ensayos de su nuevo montaje, que presenta hoy en el Gran Teatro (22.00). De nuevo en solitario, de nuevo mirando al pasado, de nuevo una lección maestra, en la que por primera vez en la larga serie de sus personales espectáculos da voz exclusivamente a mujeres.

No era esta la idea que tenía la pasada Navidad, mientras pasaba unas vacaciones en el Caribe, según cuenta a este diario. Pretendía construir un montaje sobre el sentido de la tragedia en Shakespeare. Leía a Harold Bloom, uno de los grandes especialistas en la obra del dramaturgo inglés cuando dio con unas páginas que este estudioso dedica a la comedia shakespeareana. "Y su explicación sobre las mujeres era tan deslumbrante que decidí cambiar la obra".

Y así pasó de la oscuridad tormentosa de las tragedias del autor de Hamlet a la luminosidad de personajes como Rosalinda (Como gustéis ), Catalina (La fierecilla domada ) o Beatriz (Mucho ruido y pocas nueces ). "Mujeres jubilosas, inteligentes, triunfadoras", las define El Brujo. Su buceo por el mundo femenino solo atraviesa una zona de sombra al abordar a Julieta, "una víctima de la violencia del hombre". Pero todas ellas constituyen "la conciencia de Shakespeare sobre la mujer", y muestra "su convencimiento sobre la superioridad emocional de ellas y su inteligencia en las relaciones amorosas: aman y a la vez mantienen la distancia. Rosalinda, por ejemplo, es hermosa, vive por su ingenio y no muere por amor".

En escena el actor dispone su espectáculo como una lección magistral sobre las mujeres y va intercalando comentarios de humor y actualidad con fragmento de las comedias de Shakespeare "en un estilo juglaresco, de comedia de tablado de alguien que ama el teatro y al que considera su segunda piel".

El Brujo echa de nuevo la mirada al pasado. Lo constata quien haya visto o recuerde montajes anteriores como El evangelio de San Juan o La sombra del tenorio . ¿Qué hay en esta especie de fuga del presente? "Miro al pasado sí, pero los grandes temas de esas obras están vistos con una mirada contemporánea".

Y de nuevo el actor trabaja en solitario sobre las tablas. ¿No le piden que intervenga en montajes con otros compañeros? "No, porque he hecho de mi trabajo una especie de género, de marca de la casa. Llevo en esto veinte años, y en este formato me puedo expresar, además, como autor, así que no me he planteado formar parte de un grupo, y como mis compañeros lo saben, no me lo proponen".

De esta manera es posible que se pierda el conocimiento que guarda El Brujo. "Es algo que me preocupa mucho, sí", reconoce. "Pero es complicado, porque viajo mucho. Tengo un trabajo frenético y la enseñanza requiere tranquilidad". Recuerda que hace unos meses un joven actor le escribió una carta, en la que se ofrecía como ayudante de dirección. "Y no he podido llamarle en este tiempo".

También él ha notado los efec-