Cada vez más músicos convierten a sus fans en auténticos mecenas para publicar discos o poder irse de gira en condiciones. El hecho de darle esquinazo a las discográficas y de eliminar intermediarios les supone una independencia y una burbuja de oxígeno que les ayuda a salir a flote. Internet es la herrramienta indispensable. Y sus admiradores, convertidos en los productores ejecutivos de sus propuestas, logran a cambio compensaciones exclusivas según sus aportaciones. El crowdfunding no es un invento de este año. El grupo británico Marillion (considerado el pionero) así como la directora y compositora Maria Schneider (la primera que ganó un Grammy con un álbum grabado mediante este sistema) llevan tiempo demostrando el éxito de la estrategia. Y en España la fórmula está propiciando resultados que ni sus propios protagonistas sospechaban.

Miquel Gil ha financiado su nuevo disco, X marcianes, con los 12.200 euros que logró en 40 días, el tiempo que marca la plataforma que él utilizó, Verkami. Envió su proyecto a esta empresa y a los 10 días le respondieron que la aceptaban. "Lo curioso es que hasta superé la cifra de recaudación inicial, que era de 10.000. Fue estresante porque entonces era la más alta que se había pedido. Pero batí récord. Y cuando faltaban 3.000 euros, en mi blog los fans hablaban en plural: '¡Estamos a punto!' Fue muy emocionante", explica.

"La palabra crisis no tiene por qué ser negativa. Una cosa es el fracaso del sistema capitalista y otra el cambio analógico al digital y sus consecuencias positivas: grabar a bajo coste, acabar con la tiranía de las radiofórmulas, sustituir a las discográficas y consejerías de cultura de turno y dirigirte tú directamente al público. El crowdfunding está cambiando todos los parámetros de la industria", constata Gil.

Sus seguidores más generosos (los que aportaron 1.000 euros) se llevan de premio un concierto en su casa para 30 personas y un disco para cada uno. A Gil le han salido cuatro de estas actuaciones casolanes. La primera fue hace justo una semana. "Menuda aventura. Era la primera vez que hacía un recital privado y me encantó".

Un dato que tranquiliza al fan-mecenas es que solo si el proyecto llega con éxito a su objetivo de financiación recibe el cargo en su cuenta corriente del dinero que aporta. Y que no hace falta hacer un gran desembolso.

Si, por ejemplo, la cifra es 10 euros, su premio será la descarga digital anticipada del álbum y una foto suya en la portada, "lo que acredita que realmente se ha convertido en productor ejecutivo de la historia", explica Ana Saboya, la cantante del grupo madrileño Canteca de Macao. La banda ya fichó por una multinacional a condición de seguir regalando su disco en su web. Pero ahora se ha apuntado a la plataforma Lánzanos porque les parece "una forma mucho más justa que la habitual, en la que tú eres quien decides y el público, quien realmente quiere que tu proyecto salga adelante". El grupo grabará a la vez que el disco un documental que narrará "toda esta aventura; una especie de reality", dice Saboya, entre risas.