En España, con una industria discográfica bajo mínimos, los fenómenos gestados en internet raramente se traducían en ventas. Parecía que había una barrera insalvable entre el éxito virtual y el real. Hasta que ha llegado Pablo Alborán. Lo suyo lleva camino de convertirse en el mayor fenómeno de masas de la música española en mucho tiempo y, ayer por la tarde, la lista de ventas Promusicae certificaba lo imposible: por primera vez desde hace lustros, un artista novel (que ni ha salido de ningún programa televisivo ni llega escindido de ningún grupo), entra directamente en el número uno. ¡Y con un debut publicado esa misma semana!

Por si fuera poco, este malgueño de 21 años ha destronado al inexpugnable Sergio Dalma, que llevaba 10 semanas acaparando el podio sin que ningún otro rutilante lanzamiento lo haya superado, y ha coincidido con la vuelta de Ricky Martin, recién salido del armario, con Música, Alma, Sexo , en el tercer puesto.

´Solamente tú´

"Lo estoy viviendo como si se tratara de la vida de otro, como algo que ves por televisión", afirma Pablo Alborán entre eufórico y atónito. "Intento tocar el suelo constantemente y asimilarlo. Tengo ganas de gritar cada dos por tres, de llorar, de reírme...".

No es para menos. El fenómeno Alborán parece imparable. El vídeo de la canción Solamente tú tiene más de un millón de visitas en Youtube (y hasta le ha salido ya una parodia) y si sumas todos los vídeos en los que aparece cantando en su casa superan los cinco millones. Hace varias semanas se anunció una gira de 13 fechas por salas y en nada se agotaron las entradas.

Su debut en disco le aleja de la concurrida liga de cantautores pop aflamencados (esos que deben tanto a Manolo García como a Alejandro Sanz), y le acerca a terrenos limítrofes con la world music; gracias en gran parte a la producción de Manuel Illán. "Yo todavía no doy crédito, pero él siempre lo ha tenido claro", reconoce. "Cuando empezamos a preparar el disco hace tres años y no sabíamos si alguna compañía lo querría, grabé una serie de vídeos y los colgué: mi guitarra, yo y ya está. A fín de cuentas, para mi generación internet siempre ha estado ahí".

De formación clásica

De padre arquitecto y madre contable, empezó a tocar el piano de niño. "Daba ya conciertos clásicos de muy jovencito, pero de golpe me cansé y lo dejé", recuerda Pablo Alborán. "Hacía demasiadas cosas: piano, guitarra, judo, karate, tenis, fútbol, natación.... Al cabo de un tiempo retomé los instrumentos y ahí me quedé, porque evidentemente yo no voy ni para karateca ni para tenista". Al preguntarle si se siente más cantautor o músico se queda un instante sin palabras, para responder: "No lo sé, creo que por igual, porque me gusta hacer también piezas instrumentales y uno de mis mayores ídolos es John Barry, que en paz descanse".

Me colé por la puerta de atrás se titula proféticamente una de sus canciones. "Pero no habla del éxito. Igualmente, me cuesta recordar como hago cada tema, pues al escribir entro en una especie de trance". Desencuentro la compuso con solo 12 años y el disco incluye una versión con la colaboración de Estrella Morente, así como otra con Diana Navarro. "Me ha ayudado muchísimo. Es mi hada madrina".