El compositor y clarinetista Nacho Mastretta sacará en otoño su nuevo disco El reino de veri veri -en alusión al mundo de la fantasía contrario a lo práctico- y en el que homenajea a los miembros de su orquesta, de los que dice que son toda una "inspiración" a la hora de componer.

Su último trabajo verá la luz un año después de su grabación debido a los problemas financieros con los que se han encontrado a la hora de producirlo.

La orquesta compuesta por nueve músicos comenzó su trayectoria musical a finales de los años 90 y Mastretta asegura que "no hay sustitutos, porque a la hora de componer las piezas van a modo de retrato musical pensadas para ese músico".

Músicos que además, al margen de Mastretta, tienen otros proyectos, y que el compositor dice que vienen a "potenciar la creatividad de sus intérpretes y a enriquecer el proyecto común".

Por ese motivo, en el nuevo disco, el también acordeonista y clarinetista quiere hacer una "semblanza musical" a esas otras bandas en las que tocan los músicos de Mastretta.

Así, hay canciones dedicadas a "Show de Dodó", el dúo formado por la violoncellista Marina Sorin y el pianista y organista Luca Frasca. A "Míster Atómic", del trom saxo tenor y clarinete, David Harringthon. A "Fetén Fetén", proyecto del violinista, Diego Galaz. O "Novoa" del guitarrista, Pablo Novoa.

"Nos pone muy contentos, después de tanto tiempo, seguir juntos y a la vez he querido potenciar la personalidad de cada músico porque son mi inspiración a la hora de componer", señala.

La apuesta instrumental arriesgada de Mastretta, lo es aún más, asegura su líder, en unos tiempos en los que "reina la apatía en general" y en los que "los medios de comunicación solo apuestan por la música conservadora y con poco riesgo", según sostiene, al tiempo que añade que "cuando todo es previsible se pierde el interés".

Y es que lo previsible no entra en esta orquesta que destaca por su alegría contagiosa, el fluido diálogo entre los solistas y la improvisación que depara emoción y sorpresa en cada concierto.

Para el compositor la improvisación está en el propio espíritu de la música. Así explica que combinan pasajes escritos y pasajes improvisados sin solución de continuidad y que a veces sucede que parte de los músicos están improvisando y otros están haciendo pasajes fijos.

"La improvisación no se ensaya, pero sí se practica", asevera Mastretta, de modo que considera que el mejor improvisador es "el que escucha a los demás", algo que consiguen realizar a la perfección esta orquesta de experimentados músicos.

En este polifacético grupo hay distintas nacionalidades, una diferencia de edad de 20 años y cada cual "aporta su granito de arena creando tensiones creativas muy estimulantes".

En definitiva, concluye Nacho Mastretta, proponen un sonido nuevo que incluye instrumentos de cuerda, viento, percusión, piano y guitarra -entre otros- con timbres y personalidades dispares que suenan en perfecta armonía.

Parte de este nuevo trabajo, junto con arreglos del disco "Vivan los Músicos" de 2009 y una suite de la banda sonora de la película "El gran Vázquez" de 2010, se podrán escuchar este viernes en Cáceres dentro del ciclo "Los Conciertos de Pedrilla" organizado por la Diputación de Cáceres.