Desde la semana pasada, los lectores de Sarah Lark tienen en las librerías dos series de novelas completas para elegir. Además de su primera trilogía neozelandesa (En el país de la nube blanca, La canción de los maoríes y El grito de la tierra ), el dúo de novelas caribeñas (bilogía suena raro) que empezó con La isla de las mil fuentes ahora se cierra con Las olas del destino . Todas ellas publicadas por Ediciones B y adscribibles al género de las landscape novels , novelas de paisaje, en las que el exótico escenario es protagonista por derecho propio.

En La isla de las mil fuentes el personaje central fue Nora Fortman, una joven inglesa cuyo amor imposible muere en Londres y contrae un matrimonio de conveniencia con un plantador esclavista de Jamaica. En Las olas del destino la acción pasa de Jamaica al actual Haití, y el protagonismo, de Nora a su hija mulata Deirdre. El trasunto histórico de la novela ya no son los esclavos fugitivos, sino la figura de Macandal, el primero de los grandes líderes rebeldes que intentaron expulsar a los franceses blancos.