Videocámaras, teléfonos móviles, cámaras digitales... Decenas de fans japoneses desenfundaron rápidamente todo aparato apto para inmortalizar imágenes de que disponían y, como si se tratara de los pistoleros más hábiles del oeste, dispararon sus flashes en el momento adecuado. Y es que no es habitual que entre por la puerta de tu avión una superestrella de la talla de Tom Cruise, cuya última película está anunciada incluso en las paredes de la puerta por la que entra (arriba).

Cruise visitó Japón para promocionar Misión Imposible III, y ayer, en su viaje de Tokio a Osaka, revolucionó a un pasaje que pudo inmortalizar un momento estelar. Podría no ser el último. Cruise declaró el martes que quiere rodar en Tokio la cuarta parte de la saga del agente especial Ethan Hunt.