Entre Leo Messi, a su izquierda, y Maxwell, a la derecha, se sentará Ibrahim Afellay en el vestuario del Barça. La taquilla con el número 20 permanecía vacía desde que Dani Alves (y antes Deco) la ocupara antes de cambiar por el dorsal 2. Afellay lucirá el mismo número que en el PSV Eindhoven y sirve, a la vez, para concretar el número de integrantes de la plantilla con la que el Barça intentará culminar con éxito la temporada. El mediocampista holandés es el primer y último refuerzo del equipo para afrontar la segunda mitad de la campaña.

Hacía más de un mes que Afellay esperaba el momento que vivió ayer: firmar su contrato por cuatro temporadas y media con el Barça y entrar en el santuario del Camp Nou. Vestirse con la camiseta en el lugar donde se equipan los integrantes "del mejor equipo del mundo que práctica el mejor fútbol de mundo". Así de grandilocuente y superlativa fue su definición del Barça actual. Ahora dependerá de él que disfrute en mayor o menor medida. No tendrá mayor competencia de la que se encontrará. "No habrá más refuerzos de invierno", adelantó Andoni Zubizarreta, el director técnico.

TIEMPO DE ADAPTACION Afellay, Ibi , como será conocido por sus compañeros, ya ha hablado con Pep Guardiola. El técnico no le ha puesto ninguna exigencia, consciente de que necesitará un tiempo de adaptación. Al juego del Barça, más preciso y veloz que cualquier otro, y a un tipo de vida. Nació y creció en Holanda, en el seno de una familia marroquí de inmigrantes, huérfano de padre. Su madre, Mardure Habiba, y su hermano Ali le acompañaron. Unos 200 aficionados, la mayoría de apariencia magrebí, se concentraron en la tribuna para ver a un nuevo ídolo.

"Su popularidad en el Magreb es un valor añadido y nos hará ganar seguidores", destacó Josep Maria Bartomeu, el vicepresidente deportivo, tras resaltar la absoluta predisposición de Afellay para venir al Barça. El propio futbolista, capitán del PSV, con cuatro Ligas, una Copa y una Supercopa en su palmarés, admitió que estaba entregado nada más conocer el interés del Barça. Aun asumiendo que tendrá menos minutos de juego. No en balde, el once azulgrana ha sido una referencia para los holandeses.

Afellay empezó a tener uso de razón con el Barça de Johan Cruyff (nació en 1986) y creció viendo al Barça de Louis van Gaal, que llegó a tener ocho compatriotas en la plantilla.

Por el Camp Nou han desfilado antes que él 18 holandeses; entre ellos, referentes del PSV como Koeman, Cocu --el extranjero que más partidos ha jugado en el Barça-- y Zenden, además de ser el destino de otros ídolos de Eindhoven como Romário y Ronaldo. Marinus Michels y Frank Rijkaard completan la nómina de entrenadores procedentes de su país. Hasta Rob Jansen, su agente, es el que más jugadores ha conducido al club azulgrana.

DIFICULTAD PARA JUGAR Afellay sabe que llega a un fútbol de un nivel más alto que el del PSV. A un equipo que posee a los tres candidatos al Balón de Oro. "Es normal que vaya a tener dificultades para jugar, pero tengo confianza en mí mismo y daré lo máximo", prometió el mediocampista, que se ve capaz de actuar en varias posiciones. "Es un tipo de jugador que no teníamos en el filial con ese grado de madurez y experiencia", explicó Zubizarreta. "Nos aportará calidad técnica, decisión y un uno contra uno poderoso. Buscamos grandes personas, además de grandes jugadores, y Afellay encaja", añadió. "Soy un chico normal", musitó él.