Brillante estudiante (sus notas así lo demuestran), la última extremeña en llegar al World Padel Tour es Aitana Pérez Encinas, cacereña de solo 16 años que ya puede incluso presumir de haberse metido en el cuadro final de un torneo. Fue en el Barcelona Master, en la que era su segunda participación. Había debutado en el circuito profesional de pádel un par de semanas antes en el Menorca Open. «Al principio no me lo creía», cuenta ella, «no me esperaba». Se puso nerviosa, reconoce, pero en estos casos lo mejor es empezar a jugar. Y así fue. «Cuando se está ahí hay que luchar todo lo que se pueda, porque no es algo que se logre todo los días».

Aitana lo volverá a intentar en el Alicante Open, a principios de noviembre, aunque antes disputará el FIP Star de Elche, una prueba de la Federación Internacional de Pádel.

El salto al WPT fue un poco «por casualidad». El covid ha obligado a suspender muchos torneos de menores y Aitana, que ya destacaba en los open absolutos en Extremadura (desde septiembre es campeona regional), decidió probar. Lo intentó en Valencia, donde no obtuvo la invitación (wild card). Sí la logró en Menorca, donde junto a Ruth González jugó dos partidos, uno con victoria y otro con derrota. En Barcelona, haciendo dupla con Nuria Vivancos, y ya sin necesitar invitación, llegó hasta dieciseisavos (cuadro final) partiendo desde la preprevia.

Su referente, cuenta, es la mejor extremeña del circuito, la moralejana Paula Josemaría. Los es por dos motivos: «porque me encanta como juega» y porque antes de llegar a la élite prestó mucha atención a su formación (es graduada en Bioquímica). Aitana, estudiante de 1º de Bachillerato, tiene como objetivo el doble grado de Fisioterapia Deportiva y Ciencias del Deporte.

Jugadora de pádel desde el 2015, explica que el gran salto lo ha dado desde que entrena en el club Es+Pádel de Mérida, donde coincide con Lorena Rufo, Pablo Cardona o José Manuel Ortiz, entre otros. «Los compañeros son muy importantes en mi formación, gracias a ellos puedo mejorar cada día». También tiene palabras de elogio para sus entrenadores, Javier Sánchez y Ernesto Müller. «Lo que ha conseguido es el esfuerzo de un grupo de trabajo», recalca su padre, orgulloso de su doble esfuerzo, deportivo y académico.