Empieza el Nissan Al-Qázeres Extremadura a pensar en la próxima temporada. Tras el final abrupto de la 19-20, ya toca planificar la 2020-21 y todo hace indicar que será con el mismo entrenador en el banquillo: el portugués Ricardo Vasconcelos.

Las dos partes quieren que la relación continúe. El club extremeño de la Liga Femenina Endesa de baloncesto está satisfecho con el trabajo del seleccionador luso, que se ha encontrado cómodo en Cáceres.

El entendimiento podría culminarse en pocos días para poder añadirse a la labor de construir una plantilla que sí que tendrá muchas novedades, aunque la situación con el covid-19 no permite concretar mucho la inmersión en el mercado internacional.

NOMBRES PROPIOS / Para empezar, Vasconcelos tendrá que cambiar de ayudante: Pedro García Rosado anunció que no seguirá. Y en el vestuario se encontrará con muy pocos rostros conocidos. Las pocas jugadoras que interesa renovar es difícil que lo hagan.

La principal baja será probablemente la de Paula Ginzo, situada como imagen de la entidad casi desde su llegada. Se le hará una oferta a la pívot internacional para que cumpla un tercer año en el Al-Qázeres. Sin embargo, todo hace indicar que buscará otros horizontes en un equipo más potente de la máxima categoría. Esto es algo que empieza ya a asumirse como inevitable.

También interesa Laura Ferreira, cuyo trabajo como jugadora de equipo ha gustado, pero hay rivales en el mercado que están pujando por sus servicios.

Sí se cuenta en principio con María Romero, en cuya progresión se mantienen esperanzas pese a sus problemas con las lesiones. Es seria duda Miriam Forasté tras cuatro años en el Serrano Macayo. También Dragana Domuzin, cuya cotización no muy alta y juventud podrían ayudar a que completase una plantilla que en todo caso no será muy larga y que concentrará la inversión en las norteamericanas.

Salvo sorpresa, Arica Carter, Bozica Mujovic, Jennie Simms, Josefin Vesterberg y Julia Melina no entran en los planes por distintos motivos.