Acabó la temporada del Nissan Al-Qázeres Extremadura con más sensaciones negativas que positivas. Se cumplió el objetivo de estar en la fase final de la Copa de la Reina, pero no el de los ‘playoffs’, pese a haber tenido la plantilla más cara de su historia. El club confirmó ayer lo anunciado por este diario el martes: se busca entrenador ya que Ángel Fernández no continuará en el banquillo. Así lo hicieron individualmente sus jugadoras durante el curso.

Gaby Ocete

Dirigió con solvencia al equipo y se reafirmó como una de las mejores bases españolas de la competición. Repartió mucho juego (5,6 asistencias, segunda mejor de la Liga) y anotó casi más que nunca en su carrera (10,4 puntos). Sin embargo, no logró mejorar en su gran defecto, el tiro de tres puntos: acreditó un terrible 18,8%, lo que permitió a sus defensoras darle espacio extra.

Carla Nascimento

Emblema del club durante los últimos años, en su última temporada en activo dejó de ser titular indiscutible, pero jugó muchos minutos como escolta e intentó aportar su veteranía y saber estar en una situación casi siempre complicada en el vestuario. Para el recuerdo quedará que fue la mejor del equipo en su única Copa (máxima anotadora con 13 puntos).

Paola Ferrari

Anotadora insaciable y autoproclamada líder, ayudó también de forma notable en rebotes, asistencias y robos. De cara al aro protagonizó algún que otro recital de los suyos, pero ha estado menos acertada que en sus anteriores equipos. Nunca había bajado del 40% en tiros de campo y en Cáceres se quedó en el 37,1%. Escaso entendimiento con el entrenador que empezó la temporada, Jesús Sánchez, y de más a menos en este aspecto con Ángel Fernández.

Roneeka Hodges

Ha sido una gran jugadora, pero cerca de los 37 años ya no está para grandes empresas en ligas medianamente competitivas. Ha dejado algunos destellos de su calidad, pero muy poco más. Nada que ver con la estupenda aportación de la alero lesionada a la que sustituyó, Shacobia Barbee, excepcional en casi todo. Su marcha obligada dejó tocado de muerte al equipo.

Elena Corrales

La capitana parece haber sufrido una involución: ha jugado casi la mitad que en las dos temporadas anteriores y su desparpajo de cara al aro, su mejor virtud junto al compromiso, ha decrecido. Cuando se ha atrevido tampoco ha tenido acierto (6 de 16 en tiros de dos puntos y 1 de 8 en triples).

María Romero

Tampoco ha sido este su año de eclosión, aunque lo ha hecho bastante bien en el filial de Primera Nacional, campeón del grupo manchego-extremeño. Aparte de que vuelve a sufrir problemas de rodilla, parece jugar como atenazada, como demuestra su escasa puntería en el tiro de tres puntos pese a tener buenas posiciones (1 de 12).

Paula Ginzo

Una primera vuelta maravillosa, que le valió incluso para ser convocada por la selección absoluta, y una segunda arruinada por una lesión que dio paso a otra. Jugadora inteligente y esforzada, si se recupera bien físicamente tiene futuro no ya dentro del Nissan Al-Qázeres, sino en la propia Liga con un rol importante.

Miriam Forasté

Siempre empieza muy floja las temporadas, sin coger el sitio. Pero otra vez ha vuelto a firmar una gran recta final a la vista de los crecientes problemas en el juego interior, en el que se convirtió en incluso en referente. Siempre se lleva algún golpe durante los partidos, pero es que pelea al máximo. Y sabe sacar partido a pocos movimientos bien aprendidos.

Akela Maize

Pareció haber dado en el clavo el club con su incorporación: tiene un gran físico no exento de talento, como demostró siendo ‘MVP’ de la jornada ante el Sant Adriá en la primera vuelta. Pero después se hundió poco a poco, con muchas dificultades para interpretar el arbitraje y aparente desconexión de todo. Su desmayo ante el Ensino el pasado domingo resultó escalofriante, aunque quedó en anécdota.

Silvia Romero

Es todo garra, corazón y sacrificio. Pese a compaginar el baloncesto con su trabajo matinal en un colegio, terminó jugando más que nunca en su carrera en Liga Femenina Dia en un insospechado papel de tercera pívot. En ataque no puede pedírsele más que duros bloqueos (5 de 17 en tiros), mientras que en defensa se pega hasta con su sombra.