El posible pase de María Romero del Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura al Extremadura Miralvalle no es que esté en punto muerto, pero tampoco acaba de avanzar. Las tres partes se están posicionando en un proceso que tendrá a buen seguro más capítulos hasta que se resuelva de un modo u otro.

La jugadora, de 20 años y 1,73, está prácticamente decidida a marcharse a su ciudad natal, Plasencia, en la búsqueda del protagonismo que no está teniendo en la Liga Femenina Endesa. En el Miralvalle tendría los minutos garantizados en un equipo que está empezando seguramente mejor de lo esperado su andadura en la Liga Femenina 2. Según ha podido saber este diario, Romero ya ha expresado sus sentimientos al club cacereño, que ahora medita qué decisión tomar al respecto. Por un lado entiende que quiera jugar más, pero por otro considera su ayuda muy valiosa en el día a día y en momentos puntuales de los encuentros.

Por su parte, el Miralvalle lo tiene claro: sus relaciones con el Al-Qázeres han mejorado en los últimos tiempos y no va a entrar en una guerra ni en una negociación profunda. Si Romero llega liberada de su contrato, la acogerá en su seno. Si no, buscará otras alternativas para reforzar su juego exterior.