El Moralo sufre una de las peores crisis en sus ochenta y cinco años de historia. La dimisión del presidente Antonio Aldana, coincidiendo con su entrada en la Federación Extremeña de Fútbol como vicepresidente, le ha llevado a una situación caótica, con unas perspectivas nada favorables para el futuro.

El último episodio tuvo lugar ayer, cuando Antonio Aldana dio la baja a ocho futbolistas y deja a la primera plantilla del Moralo con solamente diez efectivos, con lo que el Moralo Juvenil resulta también afectado, ya que deberá reforzar al equipo de Tercera División.

En la asamblea del pasado viernes ya anunció Aldana la posibilidad de que parte de los jugadores se marchara definitivamente de la disciplina morala.

Así, durante la jornada de jueves dejaron de pertenecer al Moralo los cinco futbolistas de fuera de la localidad que residían en Navalmoral de la Mata: Alfonso, Raúl, Toti, Emiliano Lattes y Victorine y los tres que viajaban desde Talavera de la Reina: Dani Baños, Víctor y Herrera.

DIEZ EFECTIVOS Con estas ocho bajas la plantilla morala se reduce actualmente a diez efectivos (más el jugador lesionado Oscar Castillo) con los jugadores de la casa y los tres que viajan desde Cáceres y Plasencia (Alex, Aguinaco y Maxi).

Los futbolistas que se marchan han cobrado febrero y se van con el reconocimiento de que se les adeuda marzo y los que se quedan siguen sin cobrar desde enero.

El Moralo se ha quedado sin objetivos, instalado en la zona media de la tabla clasificatoria y con la pretensión de estar en la mejor posición posible.

La grave situación que vive el Moralo afecta profundamente a su futuro porque el presidente que suceda a Antonio Aldana deberá afrontar la deuda total prevista que, según se dijo en la asamblea del pasado viernes, se cifra aproximadamente en unos noventa mil euros.