A tres días del inicio del campeonato de Liga, la selección española se ha embarcado en otra aventura de difícil explicación si no es por la rentabilidad que la Federación Española de Fútbol (RFEF) saca a La Roja desde que reina en el fútbol mundial y europeo.

La costumbre de cerrar o abrir las correspondientes temporadas en ultramar se abrió en agosto de hace tres años con el amistoso en México DF. Al año siguiente, la selección dirigida por Del Bosque se vio obligada a viajar a Estados Unidos y Venezuela a principios de junio y el 8 de agosto a Bari para enfrentarse a Italia. "Estamos librando una batalla perdida. Las selecciones nacionales controlan todo y seguirán dictando la agenda", se lamentó un día antes Pep Guardiola en una reunión de técnicos en Ginebra.

COTIZACION ELEVADA El caso es que la FIFA ha amparado hasta ahora la celebración de estos amistosos en fechas tan intempestivas y la Federación Española de Fútbol lo ha aprovechado mejor que nadie para hacer caja. Cosa que también hacen selecciones con tanto nombre como Argentina o Brasil, solo que estas cuando viajan a Europa o Asia a disputar sus bolos particulares confeccionan sus convocatorias con futbolistas que militan en clubs europeos casi exclusivamente.

El caché de España subió como la espuma con la conquista del título mundial y los dos europeos consecutivos y de momento la selección no se baja de una minuta de entre dos y tres millones de euros por encuentro amistoso. Cuatro al año suponen unos 10 millones de euros, más o menos la quinta parte de los ingresos que genera el equipo español por todos los conceptos: Adidas paga 10 millones anuales, Mediaset 17 por la exclusividad en los partidos de La Roja y el resto es cosa de los restantes patrocinadores. El triunfo en Suráfrica significó 31 millones, más los 10 extra de Adidas, y la Eurocopa 2012 supuso una inyección de 24 millones.

El presidente de la RFEF, Angel María Villar, lo tiene claro, pese a quien le pese. "No pueden acusarnos de afán recaudatorio. Es una imagen que nos han creado. Se olvida que lo que genera la selección absoluta es para mantener el fútbol español. Cuando un club juega fuera de España a cambio de un buen contrato nunca se habla de afán recaudatorio. Ahora, a España la quieren ver en todo el mundo. Antes del Mundial iremos a Asia. Y quiero llevarla a Africa y Oceanía", repite el dirigente federativo cuando se plantea la cuestión.

Eso sí, ya no será en el mes de agosto. La FIFA ha cedido por fin a las presiones y su comité ejecutivo ha aprobado la supresión de los partidos internacionales de este mes, como los de febrero, para el periodo entre los años 2014 y 2018. En el 2014, año del Mundial de Brasil, se han reservado siete fechas para los partidos de selecciones (uno en marzo y dos en septiembre, octubre y noviembre) y en los tres años siguientes habrá un total de 10.